Manolo Mata se relaja

Si por algo se caracteriza el portavoz del PSPV en las Cortes Valencianas, Manolo Mata, es por ser un verso suelto dentro del partido y del grupo parlamentario. Aunque sus últimos movimientos lo demuestran, el respaldo del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha servido para calmar un poco el reciente cabreo por la situación interna de la formación.

Adscrito a la corriente de Izquierda Socialista, su trayectoria no impidió que el jefe del Consell optara por integrarlo en un puesto destacado. Tras quedarse fuera en 2011 por enfrentarse a Joan Calabuig en las primarias socialistas a la alcaldía de Valencia y aspirar sin éxito a secretario general del partido en el último congreso, volvía a una candidatura en las pasadas elecciones como número cuatro.

Un papel preponderante con el que se le confió, además, la portavocía en el Parlamento autonómico, desde donde ha demostrado su gran capacidad de oratoria y de negociación con Compromís.

Pese a este acercamiento, se han producido diversos gestos de desmarque ante la crisis interna del PSOE. Mata se posicionó desde el principio en el «no» a Mariano Rajoy, evidenciando su desacuerdo con la decisión de Puig de propiciar la salida de Pedro Sánchez y de votar por la abstención a un Gobierno del PP. De hecho, se le pudo ver en su reaparición en Xirivella.

Aunque evitó manifestarse públicamente contra estos movimientos del presidente de la Generalitat, admitió que le había presentado un escrito de dimisión como diputado y portavoz (que fue desechado rápidamente) para que lo usara «cuando quiera», mientras aseguraba que «jamás» estaría en una operación orgánica contra él.

En mitad de ese cabreo, la intención inicial era marcharse tras el debate de presupuestos que ha tenido lugar esta semana. Pero pasado el calentón y los momentos de tensión, Mata se muestra más relajado y transmite que sus planes sólo pasan por mantenerse en el puesto, también debido a la petición de Puig.

Sus actitudes, sin embargo, no han gustado a un sector cercano al líder de los socialistas valencianos, que incluso esperaba que efectivamente dejara la portavocía y ya tenían pensado un sustituto. En principio, sólo se quedaría en una intención, según fuentes del partido. De hecho, Puig ha manifestado en más de una ocasión su «orgullo» por el trabajo que desarrolla el grupo parlamentario con Mata al frente.