Izquierdas

La guerra civil en Podemos está en plena ebullición. Todos los medios se hacen eco de los últimos acontecimientos en las filas moradas. Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla entre errejonistas y pablistas. Sus diferencias más patentes que nunca han hecho aparecer a los dos bandos irreconciliables y sus trapos sucios intentan ser lavados, sin éxito, a plena luz del día. Más transparencia no cabe ¿verdad? ¿Qué hay detrás de todo ello? Es la pregunta más frecuente entre algunos seguidores y otros foros. El caudillismo típico de los ultras es la respuesta más correcta.

¿Y las Sección Femenina de Podemos? Excepto la novia del gerifalte con tintes mesiánicos, todo el bloque de mujeres de Madrid se posiciona con Íñigo, el instinto maternal es tal, que a aquél al que revisten de hombre de estado, de intelectualillo y dialogante, lo arropan cual gatito recién nacido.

Sin embargo no es más que la pura estrategia soviética de propaganda barata y dócil, para luego asestar golpes.

La izquierda, una vez más en nuestra historia de España, se muestra dividida, atomizada, y sin seguir la tradición europea de la unidad en esta ideología. Los hay filoterroristas, separatistas, independentistas, anticapitalistas, antisistemas, comunistas, socialistas, progresistas, incluso demócratas cristianos y liberales. Desde sus inicios en suelo hispano, son bastante incapaces de articular un proyecto común para el beneficio de los españoles, del pueblo, y ahora la división y el espectáculo tienen como protagonista a una formación política con dos años de vida, que nos prometía el maná y nos trajo el esperpento a nuestras calles y plazas -vacías por cierto- el revanchismo, el odio y la falta de sentido común.

Feliz año Nuevo queridos Pablo e Íñigo, deseo lo mejor en 2017 para nuestra querida España, y si con ello lo mejor para nosotros es vuestro divorcio, entonces que así sea.