El Gobierno prohíbe los fuegos artificiales en la fiesta de Nochevieja del Ayuntamiento de Valencia

Con un coste para las arcas públicas de 30.000 euros y sin espectáculo de fuegos artificiales, el Ayuntamiento de Valencia celebrará este jueves, por primera vez, un espectáculo para despedir, de manera colectiva el año 2015 y recibir el año 2016. Los actos empezarán a las once de la noche con la actuación de trs pinchadiscos y poco antes de la medianoche se iniciará la fiesta de las campanadas con una proyección de laser “que formaba parte de un pensado y diseñado espectáculo multimedia con elementos pirotécnicos que, a pesar de contar con todos los permisos pertinentes en materia de Seguridad, la SubDelegación de Gobierno ha vetado arbitrariamente”.

Así lo ha denunciado el concejal delegado de Cultura Festiva, Pere Fuset, quien, tras lamentar “este veto que no se aplica en otras ciudades, como Madrid, donde se celebrará un espectáculo similar en las mismas condiciones”, ha anunciado “que la fiesta continúa, y que nadie parará la celebración de esta tradición que se festeja en todo el mundo y que en la ciudad siempre se había realizado de forma espontánea”.

Mientras, la Delegación del Gobierno ha explicado que cuenta con «dos informes técnicos que resuelven desfavorablemente respecto a la posibilidad de lanzamiento de un espectáculo pirotécnico en la terraza del Ayuntamiento de Valencia. Los informes han sido emitidos con fecha 22 de diciembre por parte de la Dirección del área de Industria y Energía y el 23 de diciembre por el Alférez Interventor de Armas y Explosivos de la Guardia Civil».

Así, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, ha explicado que «no es un capricho de esta Delegación desautorizar el mismo. Únicamente velamos por el cumplimiento de la legislación vigente, que señala que el disparo del mismo ha de estar a 10 metros de distancia de cualquier edificio y 25 metros del público. Y en este caso la distancia es cero metros».

Al respecto, Moragues ha explicado que la intención del Ayuntamiento «era disparar un espectáculo de 33,56 kilos, y al superar los diez se ha de comunicar su lanzamiento a la Delegación de Gobierno, quen tiene la obligación de garantizar que se cumple la normativa y si se detecta que se incumple, se procede a la denegación del especáculo. Por tanto, no se trata de ningún capricho. No hay que hacer demagogia con el tema de la seguridad. Con la seguridad no se juega y en base a dos informes técnicos se resuelve negativamente al lanzamiento ya que por encima de todo están las personas y su seguridad».

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