Casa Caridad aumenta las atenciones a jóvenes procedentes de centros de menores

El III Informe de las Personas Sin Hogar de Casa Caridad Valencia alerta sobre la cronificación de la pobreza, ya que las personas que la institución atiende han pasado largos periodos de tiempo en la calle y, como consecuencia, han empeorado sus condiciones físicas y cognitivas. Además, cada vez son más los jóvenes y los mayores de 65 años los que acuden a sus albergues.

Así lo han expuesto este jueves el presidente de Casa Caridad, Antonio Casanova; el vicepresidente de la asociación, Luis Miralles; la directora-gerente, Guadalupe Ferrer; y el tesorero de la entidad benéfica, Antonio Gomis; en un acto en el que han presentado el citado informe y su nuevo Multicentro social, situado en Benicalap, y que ha tenido un coste de 4,3 millones de euros.

Miralles ha sido el responsable de dar a conocer los datos más significativos del informe de la institución, entre los que destacan que la mitad de los usuarios que solicitan alojamiento ya han pasado por los albergues de Casa Caridad en otra ocasión, pero "ahora acuden en peores condiciones y mucho más mayores", lo que indica la cronificación de la pobreza.

Sobre estas personas, ha señalado que "necesitan ayudas especiales" y, por ello, se pensó en usuarios convalecientes porque han sufrido algún tipo de enfermedad y están solos, por lo que "cada vez hay más que necesitan la ayuda de los valencianos" y en el centro buscan su "reinserción en la sociedad".

"El perfil del usuario que acude a Casa Caridad va cambiando; primero se incorporaron los niños, después las mujeres y ahora el problema es que las personas están en exclusión social mucho más tiempo", ha apostillado.

Centro de menores

El vicepresidente también ha destacado que ha aumentado el número de jóvenes con algún tipo de enfermedad a causa de las adicciones o tras su paso por un centro de menores. Así, pese a que el rango de edad más habitual es el comprendido entre los 41 y los 65 años (53%), los menores de 18 años se encuentran en torno al 10 por ciento y el 31 por ciento tienen entre 18 y 40 años.

Además, se ha detectado un "ligero aumento" de personas mayores de 65 años que padecen algún grado de dependencia y no cuentan con los recursos necesarios para llevar una vida normalizada, por lo que precisan de la ayuda de Casa Caridad pese a que "deberían estar en una residencia".

Miralles ha sostenido que los jóvenes que llegan a las instalaciones de Casa Caridad desde un centro de menores lo hacen porque no tienen "ningún tipo de ayuda" y ha relatado cómo las chicas buscan, en muchos casos, "afectividad", y para ello estos albergues no son "el mejor lugar" y muchas de ellas se quedan embarazadas.

Por nacionalidad, el 44 por ciento de los usuarios de los albergues son españoles y el 56 son extranjeros, en especial búlgaros, rumanos y marroquíes; mientras que, por sexo, el 79 por ciento son hombres y el 21 mujeres. Además, el perfil más habitual es el de personas inmigrantes, sin hogar y que van de una ciudad a otra.

Albergues

En cuanto al balance de 2015, Miralles ha indicado que las raciones servidas han descendido un 15 por ciento pero, a la espera de los datos definitivos, esperan que las pernoctaciones muestren cifras altas, ya que en octubre tuvieron los albergues al cien por cien, algo que no se había producido "prácticamente nunca".

Asimismo, se calcula que alrededor de 400 personas viven en las calles de Valencia. Son mayoritariamente hombres (90%), con una edad media de 44,3 años y el 52 por ciento de ellos son españoles. Además, la principal causa que explica esta situación es la falta de dinero y el paro prolongado, porque "la crisis se ha llevado por delante a muchas personas y la pobreza se va cronificando", según el vicepresidente.

«Generosidad del pueblo valenciano»

Los responsables de Casa Caridad también han presentado a los medios el nuevo Multicentro social situado en el barrio valenciano de Benicalap, que se ha financiado mediante donativos, financiación bancaria y las reservas de las que dispone la entidad para cubrir la inversión final realizada, de 4,3 millones de euros, más alrededor de 225.000 euros destinados al mobiliario y unos gastos anuales de 800.000 euros, según ha informado el tesorero de la entidad.

Asimismo, el Ayuntamiento de Valencia cedió el solar en el que se ha construido el centro, mientras que la Generalitat Valenciana "no se definió" y la Diputación "no sabe, no contesta", por lo que el edificio "ha contado con la ayuda del Ayuntamiento y del pueblo valenciano".

Además, este centro servirá para crear 26 puestos de trabajo, para los que han recibido unos 1.000 currículums, y cuya forma de selección ha sido mediante una empresa externa, "para que no entre el amigo de tal o el primo de cual", según ha apuntado el presidente de Casa Caridad.

Las instalaciones, que "desgraciadamente van a tener éxito", servirán para la atención y el cuidado de personas en estado convaleciente y contará con 32 habitaciones adaptadas para estos usuarios, 34 plazas de albergue para familias desfavorecidas, un centro de día, una escuela infantil con una capacidad de hasta 90 niños y un comedor social. Para la inauguración "no hay fecha" pero esperan comenzar a funcionar tras las navidades.

Para financiar este y otros proyectos, la entidad ha lanzado la campaña de crowfunding 'Ayudemos a una persona enferma sin hogar' a través de sus redes sociales y web. Esta iniciativa de microdonaciones servirá para "intentar transmitir la necesidad que tenemos al pueblo valenciano" y piden "apoyo en pequeña escala de la sociedad valenciana".

«Intereses ocultos»

Por otro lado, preguntado por las quejas de algunos vecinos del barrio de Benicalap tras el anuncio de la construcción del centro, en el año 2006, Casanova ha asegurado que han mantenido una "excelente relación desde el primer día" con la asociación de vecinos y "la plataforma que se creó no tiene nada que ver con ellos".

El presidente ha comentado que esta plataforma decía que iban a "degradar el barrio" y considera que lo han mejorado, además de que los usuarios y dirigentes de Casa Caridad son "gente normal" porque en la sede situada en el Paseo de la Pechina "hay joyerías, cafeterías y colegios y no pasa nada". "Se les explicó por activa y por pasiva; yo creo que hay intereses ocultos", ha criticado.

Casanova también ha sido preguntado por el cambio de criterio de la Generalitat Valenciana en la concesión de las subvenciones a las entidades benéficas, sobre lo que ha afirmado que les afecta pero están "tranquilos" porque tienen "detrás al pueblo valenciano", aunque les gustaría que no les hubieran "quitado de la lista".

Si alguien tiene motivos para recibir estas ayudas públicas, ha continuado, es Casa Caridad por "su historia y su currículum" pero "si hay que presentarse a un concurso", se presentarán. Además, ha destacado que "el Ayuntamiento no ha variado en absoluto sus compromisos".