Blanca Palmer posa en el Club Olimpo de Sedaví (Valencia)
Blanca Palmer posa en el Club Olimpo de Sedaví (Valencia) - ROBER SOLSONA
DEPORTE FEMENINO

Blanca Palmer: Sobria técnica en el tatami

La taekwondista valenciana Blanca Palmer subraya su nombre en el circuito nacional con un progreso brillante

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Reconoce que durante un tiempo, en sus inicios, no le gustaba el taekwondo, un arte marcial que prácticamente no conocía más allá de la intención de su padre por que lo practicara, y que cuando participó en sus primeros combates los nervios le podían y le empujaban hacia un bloqueo. Pero aquello, pasó. De lo tembloroso del aterrizaje en esta disciplina deportiva, a la potencia y la suavidad de un buen despegue recorriendo cada categoría e ir presentando su nombre como uno de los grandes talentos del taekwondo femenino español. Blanca Palmer Soler (Gandía, Valencia, 10/2/1999), que deja a un lado la timidez a lo largo de una conversación reposada, y que se expresa técnica pero voraz en el tatami, afronta su llegada a la categoría senior en menos de 46 kilogramos con ganas de «trabajar duro, de ir poco a poco, lógicamente con objetivos, pero sin dejar de esforzarme como lo he hecho hasta ahora.

Paciencia».

La natación, el tenis y la gimnasia para ella precedieron al taekwondo. Pero lo gimnástico tenía trasfondo. Le apuntó su padre porque ahí ganaría elasticidad. A los seis años, fue cuando llegó al arte marcial en un club de L’Alquería. Unos primeros años entre el juego y la técnica. Con doce años, compaginó los estudios y el taekwondo en el centro deportivo de Cheste. Un tránsito, un año escaso, para decidir ir al Club Olimpo: «Me gustó mucho y pedí a mis padres ir a Valencia. Claro, era y es ir todos los días de Gandía a aquí, pero me dijeron que me apoyaban. Igual que a mi hermana -dos años menor que Blanca-, que también hace taekwondo conmigo».

Y desde entonces se fue abriendo el mundo de la competición. «Si bien es cierto que al principio pasaba muchos nervios en los primeros combates de cada competición, me gustó mucho y quise más. Además de los entrenamientos en el club, que es como una segunda familia, mi padre, que había hecho taekwondo, también me ayudaba a entrenar, salíamos a correr...», recuerda.

La exigencia del deporte de alto rendimiento, del caminar hacia ello, como en otras disciplinas, ha ido barnizando a Blanca en «el sacrificio, el esfuerzo, las ganas. Lo que hagas te tiene que gustar mucho y tienes que querer de verdad. Si entrenas duro y lo quieres, al final todo llega». Ella, seria y ordenada con sus responsabilidades, compagina bien el taekwondo con sus estudios sin renunciar a salir con sus amigas. La luchadora, integrante del equipo del Proyecto FER, quiere estudiar Medicina y especializarse en cirugía.

Blanca cuenta con un oro cadete en el Europeo de 2013 y un bronce en el Mundial de 2014

La taekwondista revisa esos logros que ya ha ido acumulando en su mochila pese a su tierna edad. «Este deporte me ha dado momentos espectaculares y vivencias, y ojalá me queden muchas, que de no estar en esto no hubiese vivido», dice.

Guarda con especial mimo «la primera ocasión en la que salí a competir fuera de España. Gané en mi último año de cadete el nacional y fui al Europeo con Tamara -Miquel de la Encarnación-. Fue en Bucarest (Rumanía) en 2013. Ese verano entrenamos mucho juntas. Mi entrenador se volcó. Íbamos a intentar hacerlo lo mejor posible. No había muchas esperanzas porque era nuestro primer internacional. Salió muy bien. Tamara quedó tercera y yo primera. Un año después, fuimos al Mundial en Taipei (Taiwan). Quedamos las dos terceras. Nosotras además nos hemos hecho muy amigas».

Con los pies en la tierra

Para el Europeo de este año, las lesiones obligaron a Tamara a quedarse en casa. Viajó Blanca. «Yo con ella o sin ella lo noto un montón», dice, «pero tenemos mucho camino por delante».

Tiene objetivos. Claro. Pero ella es más de pisar tatami y no hacerse castillos en el aire cuando acaba de aparecer en la escena senior. «Me gustaría llegar lejos en este deporte. Quiero seguir compitiendo a un nivel alto. Pero para eso tengo que entrenar muy duro. Quiero ir a competir fuera con la selección española. Para esta temporada, la idea es ganar el de España e ir al Mundial», asegura. Ella de momento se expresa con un estilo sobrio en cada combate: «Soy un poco agresiva, técnica y me dicen que para el peso que tengo pego fuerte y manejo bastante bien la pierna; no me cuesta subir a la cara».

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