Torra planta a Puigdemont en su «segundo regreso» a Cataluña

El expresidente catalán apuesta por la «confrontación inteligente» para alcanzar la independencia de Cataluña

Puigdemont, en Prades (Francia) JUNTS

Miquel Vera

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«Confrontación inteligente». Este es el nuevo concepto que maneja el expresidente Carles Puigdemont como eje de su cruzada por la independencia de Cataluña. Este enésimo giro estratégico -desgranado ayer por el dirigente de Junts per Catalunya en una conferencia celebrada en Prades (Francia), a 20 kilómetros de la frontera española- queda a medio camino entre el «choque de trenes» que prometió hasta el 1-O de 2017 y la apuesta por el «diálogo» con el Estado que trata de asentar ahora Esquerra de la mano de Pedro Sánchez.

El giro de guion del expresidente asume, de forma implícita, que la pandemia de coronavirus y la inminente recesión económica han cubierto el panorama catalán de un manto de incertidumbre que dificulta la secesión a corto plazo. Con todo, Puigdemont mantiene su apuesta por la retórica inflamada y rupturista que demandan las bases independentistas, especialmente de su recién creado partido, Junts. «Somos muchos los que somos conscientes de que la única vía transitable, realista y sin falsas ilusiones es la gestión de una confrontación inteligente con el Estado español. Es la vía democrática que seguramente es la más insegura de todas, la más incierta, pero lamentablemente no tenemos otra», afirmó Puigdemont en la «clase magistral» que impartió ante varios cargos de su entorno en la tradicional «Universidad Catalana de Verano», que se reúne desde hace cincuenta años en lo que el nacionalismo denomina «Catalunya nord» .

Entre quienes acudieron al segundo acto público del expresidente en Francia en lo que va de año -el pasado mes de febrero ya encabezó un acto en Perpiñán al que asistieron unas 100.000 personas- estaba la flor y nata de su nuevo partido, pero ningún dirigente de ERC ni ningún miembro del gobierno de la Generalitat. Especialmente sonora fue la ausencia del presidente catalán, Quim Torra , quien ayer no tenía ningún acto en la agenda más allá del seguimiento de las últimas novedades de la crisis sanitaria que azota Cataluña.

«Matar el problema»

A pesar de desplegar un argumentario algo más reposado que el que viene siendo habitual, el expresidente de la Generalitat no escatimó en ataques al Estado durante su conferencia, titulada «¿Independencia desactivada?» . «Allí donde las democracias europeas buscarían solucionar los problemas España busca su liquidación. Matar el problema como forma de resolverlo, esa es la regla de oro que aplican», aseveró ante un pequeño público que también contó con la presencia de los exconsejeros Clara Ponsatí y Toni Comín, ambos eurodiputados de Junts y fugados también de la Justicia española como el propio Puigdemont.

La participación del expresidente en la Universidad fue precedida, el jueves, por un acto de corte político en la población de Elna, también en Francia. Allí se reunió con nutrido un grupo de activistas independentistas residentes en Perpiñán que cada jueves protestan contra el encarcelamiento de los líderes del 1-O. Ante ellos, Puigdemont afirmó que el sur de Francia era también Cataluña y resaltó el papel del catalanismo radicado en el sur del país vecino desde la conocida «Maternidad de Elna», lugar en el que nacían los hijos de las españolas refugiadas de la Guerra Civil en campos del sur de Francia, y emplazamiento en el que se guardaron las urnas y las papeletas del 1-O. Este acto tampoco contó con la presencia de Torra.

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