La Guardia Civil cerca un pozo en Lérida para evitar otro caso Julen
El agujero, en una finca forestal privada de Navés, suponía un riesgo para personas y animales
El trágico desenlace del caso Julen, el niño de Málaga que murió al caer en un pozo no señalizado, ha calado en la conciencia ciudadana. Como muestra de ello, lo ocurrido el pasado viernes por la mañana en una zona forestal de Lérida: la colaboración ciudadana fue imprescindible para que el Seprona pudiese localizar y señalizar un pozo ante posibles riesgos de caída, tanto de personas como animales.
El pozo fue hallado en una zona forestal conocida como Mataret, en el término municipal de Navés. Tiene unos cuatro metros de profundidad y 130 centímetros de diámetro. Posiblemente se trate de una poza de nieve construida entre los siglos XVII y XIX, según ha informado hoy lunes la Guardia Civil en un comunicado.
Al encontrarse a ras de suelo, fue señalizado por los agentes, pues se trata de una zona frecuentada por «boletaires» -recolectores de setas- y cazadores, con el con consiguiente riesgo de caídas tanto para personas como para animales salvajes.
Precisamente, en su interior se encontraron decenas de ejemplares una especie que actualmente está protegida: la salamandra común (salamandra salamandridae). Estos anfibios están incluidos en el catálogo de especies protegidas de fauna salvaje en Cataluña. El Seprona ha dejado a los animales en el pozo, pues han encontrado allí su hábitat natural.
El Seprona, servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil, ha puesto todos estos hechos en conocimiento del Ayuntamiento de Navés, del titular de la finca y de la sección de Medio Natural y Biodiversidad del departamento de Territorio y Sostenibilidad de Lérida.
