El Teatro Apolo de Barcelona reabre de la mano de Smedia y con '¿Quién mató a Sherlock Holmes?'

Tras dos años cerrado, el histórico teatro del Paralelo vuelve a la vida con musicales como 'Fama' y 'Antoine, el musical' y montajes de Joglars y el Centro Dramático Nacional

Pase gráfico de '¿Quién mató a Sherlock Holmes?' en el nuevo Teatro Apolo Efe

D. M.

Dos años después de echar el cierre de forma traumática con un reguero de deudas y acusaciones de «estafa a gran escala», el Teatro Apolo, uno de los más grandes de Barcelona, renace de sus cenizas con nueva gestión y una apuesta decidida por los grandes musicales. El primero, '¿Quién mató a Sherlock Holmes?', abre este jueves la nueva etapa de uno de los iconos del Paral·lel barcelonés. «Vamos a escuchar, analizar y preguntar al público, y de las respuestas que nos den, vamos a ir construyendo un modelo de programación cercano y que no acabe destruyéndose a sí mismo de aburrimiento, sino que evolucione con los cambios sociales«, explicó ayer Enrique Salaberría, consejero de Smedia.

La empresa madrileña, responsable media docena de teatros en la capital y una de las gestoras con más músculo del país, será la encargada, junto al productor barcelonés Jordi Arqué, de reflotar un espacio con un millar de butacas y una historia que se remonta a 1904, cuando abrió sus puertas como sala de zarzuelas, revista y music-hall. Ahora, más de un siglo después, vuelve a la vida con una inversión de 600.000 euros, nuevo sistema de climatización para que el aire se renueve y un hall rehabilitado. Para los nuevos gestores del Apolo, lo importante es «ofrecer entretenimiento al público, algo muy necesario en estos momentos«, por lo que el menú estará formado por musicales, monólogos, humor y montajes de proyección internacional.

Para abrir boca, el musical de Iván Macías '¿Quién mató a Sherlock Holmes?' estará dos meses en cartel en una versión reducida adaptada a las condiciones sanitarias. Sobre el escenario, seis actores y un pianista recrean el Londres victoriano de Conan Doyle. A partir de mayo, 'Fama' y 'Antoine, el musical', sobre la vida del autor de 'El Principito', Antoine de Saint-Exupéry, seguirán ahondando en la senda del musical, mientras que 'Señor Ruiseñor', de Joglars, y 'La casa de Bernarda Alba', del Centro Dramático Nacional, marcarán la senda más puramente teatral. El objetivo es lograr entre 350.000 y 500.000 espectadores al año.

Con la vista clavada en el futuro, los nuevos responsables del teatro quieren pasar pàgina de ese pasado turbulento que se cerró con la reclamación de 2 millones de euros por parte de unos 200 empleados y proveedores al grupo Ethika Global, antiguos gestores del teatro. «No nos dedicamos a pagar deudas de terceros», zanjó Salaberría.

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