El pianista Ezio Bosso, anoche durante su actuación en Peralada
El pianista Ezio Bosso, anoche durante su actuación en Peralada - JOAN CASTRO - ICONNA

El pianista Ezio Bosso emociona al público de Peralada

El italiano, afectado por una enfermedad neurológica degenerativa, reivindicó el valor de la música en su estreno en el festival ampurdanés

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Ezio Bosso se ha especializado en dejar boquiabiertos y sin palabras a los espectadores de todos los recintos en los que actúa, y eso mismo hizo anoche en el Festival de Peralada, donde se estrenó al piano con un emocionante recital con el que el italiano quiso reivindicar el valor de la música.

«Con la música no existen los problemas, con ella surgen oportunidades», aseguró Bosso durante una actuación que, pese a cambios de último hora debido a la ausencia de los músicos David y Diego Romano, sedujo al público gracias a un programa arrancó con su gran éxito, «Following a Bird», y picoteó de piezas como «La Suite: Bach Was in Another Room», «Chopin: Preludio No. 20 Op.28 (The Burned Room)» o «Bosso: Sonata No.

1 in C Minor (The 12th Room)».

Bosso ganó gran popularidad después de revolucionar las redes sociales con un vídeo de su actuación en el Festival de San Remo que dio buena cuenta de su habilidad al piano así como de su capacidad de emocionar.

Antes de eso, el pianista ya había destacado como niño prodigio y superdotado intérprete: a los 16 años realizaba giras por Europa, ganó el Green Room Award de Australia y el Syracuse NY Award de América y dirigió la London Symphony, la Orquestra del Teatro Regio, o la Orquestra de la Academia Nacional de Santa Celia. Sin embargo, su vida dio un vuelco hace cinco años, cuando se le diagnosticó una enfermedad neurológica degenerativa (esclerosis lateral amiotrófica) que le le postró en una silla de ruedas y cada día le merma capacidades físicas.

Con todo, la enfermedad no ha conseguido apartarle de la música y anoche se estrenó al piano en España -antes ya había dirigido, pero nunca interpretado- con un concierto que, como no podía ser de otra manera, acabó con el público rendido y emocionado. «La música está en cada persona, el silecio no existe», aseguró Bosso.

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