La estación de Sants, durante uno de los cortes de servicio
La estación de Sants, durante uno de los cortes de servicio - EFE

Vuelta (a medias) a la normalidad en Cercanías

El servicio ferroviario recupera hoy el servicio habitual en dos de las tres líneas afectadas por un robo de cable

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los problemas en Cercanías son tan habituales que a veces parecen menos importantes de lo que en realidad son. Sus usuarios ya están acostumbrados a convivir con retrasos, paros y huelgas, pero cuando las afectaciones se enquistan, la desesperación y el malestar es máximo.

Hace 27 días, el 15 de diciembre, un robo de cable -que, por desgracia, también entra en la normalidad en la red ferroviaria catalana- alteró gravemente el servicio habitual de algunas líneas y hoy gran parte de los afectados, pero no todos ellos, pueden volver a usar con normalidad el tren para su día a día.

La magnitud de la afectación ha sido tal que se ha requerido un amplio periodo de reparación. Los protagonistas de la incidencia fueron 480 metros de cable de cobre de alto voltaje sustraídos de la línea R8 cerca de la estación de Mollet del Vallès, que provocaron un incendio que acabó afectando a otras dos líneas (la R2 Norte y la R11) y a 60.000 viajeros diarios.

Ese mismo día, uno de cada cinco trenes quedaron alterados por el fallo ferroviario y la vuelta a la normalidad, que se preveía inicialmente en unos días, se ha postergado casi un mes, un periodo eterno para los usuarios durante el cual la R2 y la R11 han funcionado al 50%, es decir con solo dos trenes por hora y sentido, y no cuatro. Durante este periodo, las quejas por la mala gestión de la crisis ferroviaria se han oído en muchos andenes.

Adif y Renfe restablecerán hoy a primera hora el servicio habitual de las línas R2 y R11. Los trabajos para restituir la totalidad de las frecuencias han incluido la renovación de las instalaciones pasando por la señalización, el suministro eléctrico, el cableado o el abastecimiento eléctrico-, que quedaron totalmente destruidas por el incendio y gravemente dañadas por el robo de cable.

Estas actuaciones, sin embargo, todavía no son las definitivas y se prevé que ambas compañías no recuperen la normalidad hasta el próximo mes. Quedan pendientes trabajos en la línea R8, que seguirán afectando su circulación habitual y que terminará su recorrido en Mollet- Sant Fost y no en Granollers Centre. Renfe habilitará un servicio alternativo por carretera.

Priorización en Mollet

A lo largo de este mes, Adif ha optado por priorizar el restablecimiento de la normalidad en la bifurcación de Mollet y con la mirada puesta justo en el día de hoy, en el que la ciudadanía vuelve a la total rutina tras el periodo de vacaciones navideñas.

Por este motivo, ha trabajado para reponer los equipamientos afectados en los enclaves de La Llagosta y de Riera de Caldes. Además, los operarios han instalado los nuevos sistemas eléctricos en el enclave de Mollet-Sant Fost y todavía están trabajando en el que está situado en la Bifurcación Nudo de Mollet.

Paralelamente a estas tareas, Adif ha iniciado las pruebas y los trabajos en el área de Mollet-Sant Fost para verificar el correcto funcionamiento del conjunto de sistemas de forma previa al restablecimiento de la normalidad en la circulación con plenas garantías de seguridad y fiabilidad. Además, ha repuesto ya 54 kilómetros de cableado.

El peor tras el socavón

El incidente del pasado diciembre es uno de los más graves que se recuerda en la red ferroviaria estatal y, de hecho, fuentes de la compañía comparan las afectaciones, con una evidente menor escala, a las que sufrieron los usuarios en 2007 cuando a raíz de las obras del AVE a su llegada a la estación de Sants se produjo un desprendimiento de tierras que afectó las vías de los Cercanías y también de los Ferrocarriles de la Generalitat a su paso por Bellvitge.

Entonces unos 100.000 usuarios se quedaron sin trenes durante 42 días y Barcelona vio cómo una de sus vías más importantes de acceso ferroviario a la ciudad quedaba malmetida por el problema. Afortunadamente, el derumbe de tierras no provocó ninguna afectación de salud.

El pasado año, la red ferroviaria catalana también protagonizó uno de los episodios más complejos, en concreto, al verse afectada la circulación de trenes AVE entre España y Francia. En ese caso, la problemática se resolvió de manera inmediata y el robo fue un sabotaje.

El robo de cable, a veces para revender el cobre pero también como medida de sabotaje, es uno de los principales problemas que afrontan los trenes en Cataluña. El año pasado, por ejemplo, Renfe llegó a denunciar más de 350 robos y se calcula que en territorio catalán desaparecieron casi 150 kilómetros de cableado, la mitad del total de España.

Ver los comentarios