La Sala Apolo abrirá un espacio de creación para bandas emergentes

La sala Apolo de Barcelona abrirá a finales de este año un nuevo espacio de creación cuyo principal objetivo es reforzar de base la escena musical barcelonesa y potenciar el sector, según ha informado este lunes la propia sala. El nuevo espacio, situado en el local anexo al de la sala de la calle Nou de la Rambla, se ha concebido como centro de residencia para formaciones musicales emergentes a las que se acomapañará durante un año entero. En el centro también se ofrecerá formación técnicos, y se organizarán debates y talleres para profesionales del sector.

«Queremos acompañar a las bandas y mostrar el camino de la profesionalización del sector», ha explicado Maria Sagrera, responsable de comunicación de una sala que el año pasado pasaron un total de 725 artistas, un 7,6% más que en 2014, y un crecimiento del público del 10%.

Unas cifras que, pese a todo, están aún lejos de las que manejaba el sector en 2012, tal y como ha reconocido el director de Apolo, Alberto Guijarro.

De cara a la próxima temporada y a la espera de abrir las puertas de ese nuevo espacio bautizado como Ca l'Apolo en el que se ofrecerá a las bandas siete locales de ensayo equipados y un pequeño estudio de grabación, la sala dedicará su campaña de comunicación al culto al baile con la ayuda de medio centenar de pintores, realizadores, fotógrafos, ilustradores, escultores y escritores para que interpreten la emoción que supone la liberación del movimiento. Nombres como Guim Tió, Ariadna Veas, Leo Adef, Raul Ruz, Mònica Molins o Sergi Casero colaborarán con la sala en los próximos 12 meses.

En lo estrictamente musical, la sala Apolo sigue apostando por Bala Perduda, su concurso de bandas emergentes, acogerá el segundo ciclo de matinales de música clásica bajo el nombre de «(What’s the story) Morning Glory» y ofrecerás las actuaciones de John Howard, Duquende, el Cabrero y Vieux Farka Touré Trío dentro del ciclo Caprichos de Apolo.