Según «La Vanguardia»
Puigdemont cambió de coche bajo un túnel para distraer a los agentes
Como una película de espías, los dispositivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional tenían la orden judicial de evitar el referéndum del 1 de octubre, pero pese a los esfuerzos policiales, los líderes políticos del «procès» lograron votar cambiando a última hora de colegio electoral
Los dispositivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional tenían la orden judicial de evitar el referéndum del 1 de octubre, pero pese a los esfuerzos policiales, los líderes políticos del «procès» lograron votar cambiando a última hora de colegio electoral. En el juego del gato y al ratón con las fuerzas del orden, el presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont , cambió de coche en un túnel para despistar a los helicópteros policiales como en una película de espías, ha informado este lunes « La Vanguardia ».
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Un helicóptero se dedicó este domingo a hacer seguimiento del presidente de la Generalidad, pero ante la presión policial, según informa el periodista Miquel Sabe citado por el diario catalán, Puigdemont y su equipo de seguridad trataron de despistar a los agentes ocultándose y cambiándose de coche bajo un túnel. Según el periodista, el coche oficial que trasladaba al president se adentró en un túnel y allí se subió en otro vehículo. Después retomaron la marcha y el helicóptero de la policía perdió la vista a Puigdemont, según relata «La Vanguardia». Al final, Puigdemont pudo depositar su papeleta con el sí en el colegio electoral de Cornellà de Terri.
Per votar, el pres. @KRLS ha hagut d'esquivar els helicòpters de la @policia i la @guardiacivil canviant de cotxe sota un pont #1OTV3 pic.twitter.com/htOnj7KkyD
— Miquel Sabe (@miquel_sabe) 1 de octubre de 2017
Carles Puigdemont ha exigido este lunes la retirada de los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que el Gobierno central ha desplazado de forma extraordinaria a Cataluña ante la convocatoria del referéndum del domingo.
Lo ha dicho en rueda de prensa desde el Palau de la Generalitat, después de una reunión extraordinaria del Ejecutivo catalán, que ha aprobado pedir la retirada de estos efectivos tras los graves «actos de violencia» que protagonizaron contra ciudadanos que estaban en colegios electorales.
El presidente catalán considera que este dispositivo policial está bajo sospecha tras la forma en la que actuó este domingo, y sostiene que, además, su retirada tendría otra ventaja y es que «ahorraría a los contribuyentes el enorme coste de la operación».
