Un proyecto pionero analizará cómo los bosques pueden mejorar la salud de las personas

La investigación observará cómo el cuerpo asimila las sustancias químicas que desprenden los árboles para ver, entre otras cosas, si aumenta la generación de células anticancerígenas

Fragas do Eume, en Galicia MIGUEL MUÑIZ

E.ARMORA

¿Tienen poder curativo los bosques? Un proyecto multidisciplinar en el que colaboran el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) dará respuesta, por primera vez, a esta pregunta milenaria. Investigadores de ambos centros han presentado hoy la iniciativa «Bosques sanos para una sociedad saludable», un proyecto pionero en el mundo, que estudiará cuáles son los mecanismos químicos y fisiológicos por los que el bosque puede actuar de forma directa en la salud de las personas. «Queremos saber, en definitiva, qué medicinas produce el bosque", señala el profesor e investigador del ICTA-UAB, Martí Boada.

La investigación, de la que se obtendrán los primeros resultados en 2018, se basa en dos líneas de análisis . Por un lado, se analizará el impacto que los componentes químicos de los árboles pueden tener en la salud humana, y, por otro, cuáles serán los espacios más saludables en un futuro próximo y cómo evolucionarán , según ha explicado el director corporativo de Investigación y Estrategia de la Fundación Bancaria «la Caixa» -que colabora en el proyecto-, Àngel Font.

Primera línea de investigación

El ICTA-UAB es el encargado de llevar a cabo la primera línea de investigación, que ya ha arrancado su fase inicial con la recogida de muestras de aire de los cinco tipos de bosque existentes en el Montseny (Barcelona) -escenario escogido por su gran diversidad extrapolable a la mayoría de bosques europeos-, que servirán para analizar las sustancias químicas que emiten las plantas.

«Hipócrates, padre de la medicina, ya dijo que para hacer un buen diagnostico de un paciente, antes de mirar el cuerpo, hay que mirar dónde vive», ha recordado Boada, quien ha avanzado que hasta el año que viene no empezará la fase propiamente clínica en la que se medirá en una muestra de personas que se expondrán al bosque cuál es el impacto de su poder terapéutico.

Así, en una segunda fase de actuación, durante 2018se estudiarán las interacciones que el microbioma forestal tiene en el microbioma humano.

Cómo asimilamos las sustancias del bosque

El encargado del proyecto, Albert Bach, ha señalado que, en pocas palabras, se trata de ver «qué medicinas produce el bosque», es decir, cómo asimila el cuerpo las sustancias emitidas por los árboles, para observar si, por ejemplo, aumentan la generación de células anticancerígenas.

La segunda línea de investigación la lidera el CREAF, que se ocupará de analizar la salud de los bosques con el fin de crear modelos matemáticos que permitan saber cuáles serán los entornos más saludables a lo largo de los años, teniendo en cuenta las variaciones que produce y producirá el cambio climático.

Por su parte, el investigador del CREAF Jordi Vayreda ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para llevar a cabo esta parte a través de la web www.alertaforestal.com , donde los usuarios de los bosques de toda Cataluña que vean alguna zona afectada por procesionaria, sequía o ráfagas de viento pueden crear una alerta enviando una fotografía del lugar o imágenes tomadas con drones.

Con esta información, el CREAF prevé empezar a generar modelos matemáticos en un año para predecir cuáles serán los espacios más saludables en un futuro cercano.

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