Tamara Falcó reivindica en Burgos el papel de la mujer en la Iglesia: «Tenemos mucho que aportar»

Una nueva cita del ciclo ‘Diálogos en la Catedral para la concordia’ reúne a la hija de Isabel Preysler y la jesuitina María Jesús Berzosa

Tamara Falcó, durnte su intervención en «Diálogos en la Catedral para la concordia» ICAL

H. D.

La novena edición de «Diálogos en la Catedral para la Concordia» , el evento promovido por la Facultad de Teología del Norte de España en el marco del VIII Centenario de la Catedral de Burgos ha tenido este miércoles entre sus protagonistas a la 'celebritie' Tamara Falcó , que ha reivindicado en su intervención el papel de la mujer en la Iglesia, «fundamental» desde la Virgen María, ha opinado.

La hija de Isabel Preysler, que ha llegado algunos minutos tarde a su cita, ha levantado una gran expectación. Desde hace algunos días estaba ya agotadas las invitaciones gratuitas repartidas para el evento con el fin de controlar el aforo. A su llegada, Tamara Falcó, vestida con un pantalón palazzo en tonos oscuros y con una blusa blanca con bordados a juego y cuello en pico, que dejaba ver un medallón en su cuello,, ha saludado su compañera de «diálogo», la jesuitina vallisoletana María Jesús Berzosa González.

Tamara Falcó ha comenzado su intervención comentando como fue su acercamiento a la Iglesia ya en su juventud porque «desafortunadamente no éramos de rosario en la familia». Dice que por ello «yo creía en Dios pero no conocía a Jesús, sólo con «figura histórica». Ha recordado al respecto que fue una lectura de verano, en la que se decantó por la Biblia, cuando comenzó a interesarse; «Recuerdo que mi padre -el fallecido marqués de Griñón del que ha heredado el título- se comenzó a preocupar por la manera en la que me escaqueaba para leer la Biblia», ha recordado con gracia la socialité.

Támara ha charlado animadamente con su contertulia , la religiosa María Jesús Berzosa, que ha participado en varios sínodos de la Iglesia junto al Papa Francisco y en donde, ha confesado, muchas veces ha tenido que reivindicar el papel de la mujer en la Santa Sede. A ella el ha confesado Tarama que se acercó a la Iglesia a través de la Virgen María: «Resultó ser mi referente. Fue ella quien me llevó a Jesús. A mí cuando me cuestionan el rol de la mujer en la Iglesia, que si está o no valorado, yo les recuerdo que fue la madre de Cristo quien vino a cambiarlo todo».

«La Catedral de Burgos es alucinante»

Durante su intervención, la televisiva hija de Isabel Preysler ha confesado que era la primera vez que visitaba la Catedral de Burgos y «es alucinante». Sobre el problema que tiene Dios hoy en día para llegar a los más jóvenes, Tamara ha considerado que la cuestión es que éstos tienen muchos «imputs que les distraen», pero hay medios para hacerlo. «Hoy a la Iglesia se le plantea un desafío enorme, pero hay otros modos de formar en la fe», ha coincidido la religiosa, recordando que a su llegada a Roma, en su juventud, sufrió una crisis de fe motivada porque «soñaba con una Iglesia pura e inmaculada» y descubrió que tenía sus «sombras». Aún así, «fui evolucionando y pensé que quería esar en ella, aún con sus sombras» para poder «reivindicar desde dentro y no como espectadora».

Ha confesado también la aristócrata que cree que su testimonio ha «ayudado» y los días que se encuentra más baja de ánimo le basta con «sólo con pensar que Dios me quiere. Es un puntito de luz para hacerme sentir bien».

«El Papa es muy joven de corazón»

Ambas han narrado cómo han sido sus respectivos encuentros con el Papa Francisco. La jesuitina, de manera más habitual, en los sínodos, y Támara, cuando recientemente fue recibida en audiencia en el marco de los actos que el Papa organiza con los jóvenes: «Vi a un Papa feliz de estar con los niños. Es cercano y muy joven de corazón».

En relación con el tema que ocupaba, la evolución que ha tenido el papel de la mujer en la sociedad y en la Iglesia, Berzosa ha señalado que aunque en la sociedad ha habido grandes cambios y conquistas a favor de la mujer, en el caso de la Iglesia todavía existe un «desnivel» porque los cambios se han producido a un ritmo «más lento». No obstante, en este marco ha reconocidoque se están produciendo cambios, aunque considera que hombres y mujeres deberían ponerse «de igual a igual».

Al respecto Tamara Falcó ha considerado que se puede «trabajar» más en ello, «con prudencia», porque las mujeres tienen mucho que «aportar» a la Iglesia. «Necesitamos estar más presentes para dar nuestra opinión, pero no se trata de una jerarquía en la Iglesia. Estoy segura de que Dios lo que mira es el corazón, sea de hombre o mujer», ha concluido.

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