Fernando Conde - Al pairo

Rajoy, Sánchez, Zidane

«Por fin se va a cumplir aquella profecía de Alfonso Guerra de que con los socialistas a España no la va a conocer ni la madre que la parió»

Fernando Conde

Cuando Juan Vicente Herrera le aconsejó a Rajoy que se mirara en el espejo, debía de estar pensando en el de la madrasta de Blancanieves: «Espejito, espejito, ¿debería irme ya o espero a que me echen?». La respuesta ha tardado en llegar, pero ha llegado. A Rajoy se le ha atragantado como un polvorón la sentencia en diferido de la Gürtel. Y allí estaba el cazador de gangas para aprovechar la situación a toda costa. Sánchez ha demostrado tener un ansia infinita por pillar cacho , sea como fuera y cuando fuera. Y a la mínima oportunidad que ha visto se ha lanzado a por el botín. ¡Qué importa lo que haya que sacrificar y con quién haya que repartir ese botín! Lo importante es «abotinarse» y hacerse con el barco; ¿o era amotinarse…?

Por fin se va a cumplir aquella profecía de Alfonso Guerra de que con los socialistas a España no la va a conocer ni la madre que la parió. Ahora tampoco la conocerán los hijos que la hemos heredado. Me preguntaba por qué populares y socialistas le tienen tanto miedo a las urnas. Y después de un rato en el baño, he llegado a la conclusión de que Rajoy no ha dimitido porque calcula que el desastre que va a suponer el gobierno de Tocamerroque Sánchez hará que los españoles pidamos su vuelta por aclamación popular. Y Tocamerroque Sánchez porque sabe que en las urnas el batacazo personal sería de proporciones bíblicas. Así las cosas, vamos a tener un gobierno a la italiana, pero sin ser italianos. Un gobierno que no sé con qué tragaderas podrán soportar esos socialistas con conciencia, memoria e, incluso, un punto de cariño hacia los compañeros asesinados por esos bilduetarras con quienes ahora van a ir de la manita. Las ruedas de molino me parecen pastillas para la tos al lado de esto.

Pero he ahí el problema de elegir a un menesteroso para que pelee por llegar a ser presidente: siempre estará más interesado en asegurarse lo suyo, un sueldo vitalicio en el Consejo de Estado , por ejemplo, que en dirigir un país. Y Tocamerroque Sánchez cumple todos los requisitos para la plaza. Y si no fuera porque somos españoles y nos va el futuro en ello, sería hasta divertido. Imagino que los ingleses y franceses estarán despelotándose. Porque unos y otros son muy listos, pero los franceses más. Y si no, fíjense en Zidane. En la cumbre, abrazado a la gloria, al frente del mejor equipo de fútbol de la historia y… ¡Aquí lo dejo, señores! Me piro. ¡Au revoir!

Y qué quieren que les diga. Lo tengo claro: si Zidane se presentase a presidente, yo le votaría. Porque sé que iba a irse aun haciéndolo bien.

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