Cultura

Los primeros «balbuceos» del español se dieron en Burgos

Se publica «El becerro gótico de Cardeña», primer gran cartulario hispánico

El estudio del «Becerro de Cardeña» se publica bajo el amparo de la Real Academia de la Lengua Española y el Instituto de la Lengua de Castilla y León EFE

PEDRO SEDANO

Es seguro que el idioma español nació en la calle y durante décadas se señalaba que sus primeras expresiones escritas aparecieron a finales del siglo XI en las «Glosas silenses» (Monasterio de Santo Domingo de Silos) o en las «Glosas emilianenses», del Monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja). El estudio de los cartularios de Valpuesta, al norte de Burgos , puso en duda esa teoría. Es un compendio de documentos de uso cotidiano agrupados por un escriba de ese monasterio en el siglo XII, aunque algunos originales eran del siglo IX.

Bajo el amparo de la Real Academia de la Lengua Española y el Instituto de la Lengua de Castilla y León, el estudio del «Becerro de Cardeña» , un compendio de casi cuatrocientos documentos que arranca en el siglo IX, aunque se copiaron a finales del siglo XI, avala la teoría de que el español comenzó a surgir, aún mezclado con el latín, en la provincia de Burgos y su entorno.

«El Becerro Gótico de Cardena. El primer gran cartulario hispánico» es una obra en dos volúmenes que reproduce y analiza 373 documentos de uso cotidiano del siglo IX al XI que fueron recopilados en el monasterio en 1086 y ahora han sido agrupados y analizados por un equipo liderado por Sonia Serna, una de las autoras de la obra y decana de la Facultad de Humanidades de Burgos, y el catedrático José Antonio Fernández Flórez, de la misma facultad; apoyados por expertos de las otras tres universidades públicas de Castilla y León.

Cartulario más antiguo

El estudio de los cartularios, llamados también «becerro», apuntala la hipótesis que ya se apuntó a partir de otros documentos anteriores de Castilla y León, como las pizarras visigodas de Ávila y Salamanca, de los siglos VI y VII, que muestran el origen del romance; y los cartularios visigóticos y galicanos de Valpuesta, un compendio de 187 documentos que «marcaron un antes y un después en el origen del español», según afirmó el director del Instituto de la Lengua de Castilla y León, Gonzalo Santonja.

Los expertos han concluido que el de Cardeña es el cartulario hispánico más antiguo que se conserva . En él aparecen partes en latín mezcladas con palabras y expresiones romances, en el primer balbuceo del español, con la inclusión de palabras como Ebro, en lugar de Íbero, en un documento del año 917; o pozo, en lugar de putio, en otro del 941. La obra ha sido apadrinada por la Real Academia Española de la Lengua y el Instituto de la Lengua de Castilla y León, cuyo director destacó como aparecen ya expresiones romances en el documento más antiguo que se conserva en el becerro, del siglo IX.

El Instituto de la Lengua prepara ya la publicación de un volumen de estudio de los cartularios de Cardeña en colaboración con la Universidad de Salamanca; otra sobre el fuero de Béjar; una edición de las glosas silenses, consideradas durante mucho tiempo el documento más antiguo con palabras en romance; y, a más largo plazo, una edición y estudio del becerro de Sahagún. En la presentación, la consejera de Cultura de la Junta, Josefa García Cirac, insistió en la importancia actual del español como fuente de riqueza para Castilla y León y adelantó su intención de mejorar la captación de alumnos extranjeros de español para esta comunidad.

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