Ignacio Miranda - POR MI VEREDA

Marca Numancia

«Una silueta humana en color naranja caldera levanta el brazo sobre un fondo de cielo azul, como un grito de libertad del pequeño frente al conformismo, de esperanza ante la adversidad. Pura metáfora de Soria»

Ignacio Miranda
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Mientras Montoro pergeña los nuevos sablazos, ya tenemos una efeméride para conmemorar en 2017: los 2.150 años de la quema de Numancia por sus propios moradores para no someterse al poder romano. Una inmolación que llegó tras quince meses de pertinaz sitio, cuando las epidemias y el hambre pasaban factura, como había previsto en su plan Escipión Emiliano, el mejor general de la época, que vino a tomar una plaza en la que habían fracasado reiteradamente otros militares. Eso es estrategia y no sólo la de los gurús de ahora.

También será el primer centenario de la revolución bolchevique en Rusia, pero al no llegar vivo a octubre el comandante en jefe Fidel la cosa cambia. O el de la aparición de la Virgen a los niños en Fátima, una de las debilidades de Pitita Ridruejo, siempre espiritual, que acaba de enviudar y por sus orígenes nos lleva a las tierras recias de Soria.

Así que el Ayuntamiento de la ciudad lidera un programa que pretende hacer de aquel episodio heroico el gran referente para atraer visitantes, mano a mano con la figura de Antonio Machado. Un recurso cultural e histórico que tiene su centro en el yacimiento de Garray, sobre la loma donde ocurrió la gesta.

El proyecto quiere perdurar en el tiempo y ya dispone de su logotipo. Para diferenciarse hace falta una marca, oiga, que aquí no hay ganadería sin hierro ni territorio sin bandera. Es obra de Javier Mariscal, el conocido diseñador que dio vida a Cobi, la mascota cubista de Barcelona 92, y autor de la gigantescas sillas del exterior del Hospital Río Hortega, en Valladolid, cuyo sentido aún no sabemos. Recoge una silueta humana en color naranja caldera que levanta el brazo sobre un fondo de cielo azul, como un grito de libertad del pequeño frente al conformismo, de esperanza ante la adversidad. Pura metáfora de Soria, en definitiva.

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