Delibes: un legado educativo que no caduca
Novelista imprescindible en la historia de la literatura española, lo es también por los valores que transmiten sus obras
En el centenario de su nacimiento, varios profesores explican por qué recurren al autor para sus proyectos educativos
Miguel Delibes no sólo es un autor imprescindible de la narrativa española por el dominio que tenía del lenguaje y por la amplia temática que abarcó, lo es también por los valores que transmite en sus obras, desde la amistad en la infancia que retratan los protagonistas de «El Camino» hasta el amor por la naturaleza que desprende «Diario de un cazador», la familia o la vida en el medio rural tantas veces plasmó en su prolífica creación. Temas que afortunadamente aún calan entre los niños y jóvenes, creen los profesores, lo que les ha llevado a seguir teniendo muy presente al autor desde su desaparición hace una década.
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Forjar una base sobre el escritor de «Las Ratas» aprovechando que pronto iba a celebrarse su centenario fue lo que impulsó el curso pasado al colegio Nuestra Señora del Pilar de Soria (Escolapios) a fijarse en el vallisoletano para su proyecto de animación a la lectura . Este centro, a la cabeza en los resultados de Pisa, «intenta que el impulso a la lectura no sea algo exclusivo de Lengua», sino transversal a todas las asignaturas, explica la coordinadora de Lectura Laura Chamarro, por lo que Delibes fue abordado también desde Ciencias y Matemáticas, entre otras asignaturas, a través de novedosas actividades como una gymkana literaria o un «escape room». «El príncipe destronado», «Las ratas», «El disputado voto del señor Cayo» o «El Camino» son algunos de los títulos que consiguieron «enganchar» a los chicos en una experiencia que «encantó» también al profesorado, ya que la extensa producción del escritor «dio mucho juego».
Su amor por «El Camino» fue lo que llevó a la directora del CEIP Riomanzanas de Zamora, María Teresa Vega, a proponer al autor como hilo conductor del proyecto sobre literatura y convivencia que realizó el colegio el curso pasado. «El hecho de que tratara la amistad entre lo niños, la vida en el pueblo...» fue un perfecto gancho para «buscar la conexión entre el pasado y presente»: «Para mí es un autor imprescindible. Se suele pensar que está más destinado a Secundaria pero enfocado de la manera correcta se puede abordar en cualquier nivel» , sostiene Vega, quien agradece a la Fundación Miguel Delibes el apoyo que le brindó para buscar una edición inglesa de «El Camino» -Rimanzanas es uno de los centros bilingües del programa British Council-.
Ambas iniciativas resultaron ganadoras del Premio a las Mejores Experiencias Didácticas sobre la obra del autor impulsado desde la Fundación junto con la Consejería de Educación y al que se presentaron en esta primera convocatoria más de una veintena de iniciativas.
Expertos conocedores de don Miguel, además de docentes integraron el jurado de este galardón que ya tiene abierta la convocatoria para su segunda edición. Entre ellos, el nieto mayor del escritor, Germán Delibes Caballero. Profesor de Primaria desde hace una década en el CEIP de Nava del Rey, en Valladolid, que casualmente lleva el nombre de su abuelo, a él le dedicaron también el proyecto del curso pasado. La visita a la exposición «Los dibujos de El Camino» y una lectura colectiva fueron algunas de sus actividades. Para esta última escogieron el relato «Mi querida bicicleta» porque «entendí que era la más adecuada para esta edad», justifica Delibes Caballero, profesor en quinto y sexto.
«Quiero convertir a mis alumnos en personas educadas, incluso antes de que sepan de Lengua y Matemáticas. Es lo que mi abuelo nos transmitió»
Aunque este año el protagonismo del proyecto es para Leonardo Da Vinci, Delibes Caballero se resiste a no dedicar parte de las iniciativas a su abuelo en el año del centenario de su nacimiento. Carteles alusivos a su obra siguen decorando las paredes de su clase de sexto, con la que tiene prevista abordar «Mi vida al aire libre». Tener al nieto del autor es un privilegio que saben aprovechar los niños, a los que les encanta escuchar las historias de cuando su ahora profesor iba a cazar con su abuelo: «Al mostrarles ese lado más humano les haces ver a un escritor más cercano», sostiene entre diapositivas de su infancia junto al «patriarca» de la familia. Y no solo de trata abordar con ellos temas como lel amor por la naturaleza o la caza que tanto les inculcó su abuelo, también la forma en que concebía la educación: «Era muy estricto con las normas. Yo ahora les intento transmitir que antes de saber de Lengua o Matemáticas hay que ser educado», algo que también intenta transmitir a los padres. «Mi abuelo decía que en la escuela instrución y en casa educación, pero en los casos que no es así, intento ayudar».
