El Ayuntamiento de Segovia impide presentar las firmas contra «el diablillo»

El consistorio ha argumentado a la asociación promotora de las rúbricas que sólo debía ser por vía telemática y no en papel

ABC

El registro del Ayuntamiento de Segovia ha impedido este jueves la presentación de 12.500 firmas recabadas por organizaciones católicas contra la instalación de la escultura de un «diablillo» en esta capital, argumentando que debe ser por vía telemática y no en papel. Finalmente las firmas han sido presentadas por las asociaciones en el registro de la Subdelegación del Gobierno de Segovia, informa Efe.

Del total de firmas, 2.000 se han obtenido en papel, otras 5.000 fueron captadas por la Asociación San Miguel y San Frutos en la página change.org, y 5.000 firmas en enraizados.org, una organización católica a nivel nacional.

Los opositores a esta escultura, que evoca al diablo de la leyenda en torno al acueducto de Segovia, esgrimen argumentos religiosos y estéticos. A su juicio, «implica ensalzar una imagen del diablo, llamándole, además, segodeus, nombre que evoca el significado de ‘Dios de Segovia’, todo lo cual vuelve el proyecto contrario a nuestras convicciones religiosas».

La vicepresidenta de la Asociación San Miguel y San Frutos, María Esther Lázaro, acompañada por el vocal de Enraizados, Julio Iñiguez, ha explicado a los periodistas que están en contra de que «se ponga en el espacio público una figura que representa al diablo al no ser adecuada tanto por la forma como por nombre el nombre utilizado de ‘dios de segovia’». Para Lázaro, «no respeta las creencias y la figura es grotesca, mientras que los poderes públicos no deben crear la discordia».

Ha añadido que han solicitado el apoyo de los partidos, pero solo han obtenido el respaldo de VOX.

En cuanto a las medidas cautelares solicitadas por la Asociación San Miguel y San Frutos, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero (PSOE), ha informado que aún no se ha producido ninguna resolución judicial y ha bromeado sobre la propaganda turística que está generando esta polémica para la ciudad de Segovia.

El obispado del que es titular el prelado César Franco consideró hace unas semanas que «las autoridades del gobierno de la ciudad son libres y tienen potestad para reorganizar y regir la vida pública. Pero su tarea, además de ser coherente, ha de respetar las creencias religiosas de los ciudadanos».

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