Dos mojones señalan la N-122 y la Autovía del Duero en la provincia de Soria
Dos mojones señalan la N-122 y la Autovía del Duero en la provincia de Soria - F. HERAS
Infraestructuras

La Autovía del Duero avanza «lenta» pero firme por tierras sorianas

Fomento ha fijado como «prioridad» los seis tramos en ejecución de esta carretera entre Aranda de Duero y La Mallona

Soria Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Yo no tenía ni una cana», responde mientras se agita su blanca cabellera un vecino del Burgo de Osma (Soria) a la pregunta ¿Cuándo oyó hablar por primera vez de la Autovía del Duero? «Al menos, ahí están ya las obras», apostilla. «Pero van muy lentas», le responden sus paisanos en un corrillo en el centro de municipio. Entonces sus gestos tornan en resignación. Ésta es, de hecho, la expresión que invade el rostro de aquellos a quienes en esta zona se les saca este tema de conversación. Y es que se cuenta por décadas el tiempo en el que esta carretera lleva siendo promesa en tierras sorianas, donde el proyecto fue desempolvado hace unos años, pero no será una realidad aún hasta 2019.

Las obras avanzan, pero cuesta aún imaginarse tan siquiera el trazado en la mayor parte de los seis tramos que están en ejecución entre Aranda de Duero (Burgos) y La Mallona (Soria). El compromiso del Ministerio de Fomento es recuperar la agilidad y que esta ejecución sea una «prioridad» en el marco de la planificación en infraestructuras en Castilla y León.

El avance de las obras es desigual en los distintos tramos. Hay puntos en los que el trazado ya está perfilado, falta poner el firme, y en otros en los que la presencia de las máquinas parece testimonial. El punto más enquistado es el que va de Aranda de Duero a Langa de Duero. Y es que los cerca de veinte kilómetros que engloban esta parte de la futura autovía están a la espera de una nueva oportunidad, después de que la empresa encargada inicialmente de las obras renunciara al contrato. Sobre el terreno se ven restos de una primera toma de contacto que están ya cubiertos de maleza.

El avance de las obras es irregular en los distintos tramos, mientras alguno ya tiene definido el camino sobre el que rodarán los coches a 120, otro está parado

Tampoco se aprecia especial avance en el siguiente tramo, el que une Langa de Duero con San Esteban de Gormaz. Se aprecian camiones y ya hay terreno allanado pero no hace aún que los vecinos de la zona la vean como una realidad. Durante 2015, la Plataforma Soria Ya reconoció un «ritmo aceptable» de las obras, pero denunciaron que la falta de dotación presupuestaria obligó a poner el freno, como también aseguraron que ocurrió en el siguiente trayecto de la A-11 hasta Burgo de Osma, donde los trabajos habían sido contantes. En algún punto se pueden ver bastante avanzados, pero hay otros enclaves en los que se vislumbra material de obra cuasi abandonado y «se comenta» en la zona que los obreros ya han dejado la casa que tenían en alquiler.

Este último trazado junto con el primero, que está paralizado, serán los dos últimos que se pondrán en servicio, según los cálculos del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien prevé que se abran a la circulación en 2019, mientras el resto del asfalto en tierras sorianas estará listo un año antes.

El municipio de Langa de Duero se encuentra precisamente en medio de los dos puntos más lentos de estas obras. Los vecinos sólo alcanzan a decir «que lo traigan cuanto antes». Como espectadores, no han visto mucho movimiento, pero entienden que algún día llegará, aunque sólo sea porque «no van a dejar aquí este embudo», comenta el camarero de una cafetería.

imagen

A partir del Burgo de Osma se aprecia una mayor actividad y en algunos puntos un avanzado estado de ejecución. En el primer tramo -hasta Santiuste- se puede ver ya definida la plataforma de la carretera, pero frena en seco en un punto. Más adelante, el trazado desde el citado municipio soriano a Venta Nueva, donde se ubica el tramo de concentración de accidentes de El Temeroso, las actuaciones son más que visibles paralelas a la N-122 y las máquinas están trabajando.

Según el Gobierno, el grado de ejecución del trazado en la provincia de Soria supera el treinta por ciento y estará completamente acabado en 2019

Es unos kilómetros más allá donde los trabajos tienen un mayor grado de desarrollo. Se trata del último tramo en ejecución, que llega hasta La Mallona, donde uno de los laterales se ve muy avanzado. «El problema es que van haciendo, parando, haciendo, parando», denuncia un trabajador de un negocio cercano al terreno lleno de camiones y grúas.

Rescate en los Presupuestos

Los Presupuestos del Estado sacaron del olvido en 2015 la parte soriana de la A-11, tras frenarse los trabajos casi un lustro antes. Tras reanudarse, ahora, de forma global, el grado de ejecución del trazado desde Aranda de Duero a La Mallona alcanza un tercio del total, según se ha cifrado desde el Ministerio de Fomento. En total, los seis tramos suman más de 74 kilómetros de nueva autovía para la que todavía habrá que esperar y para la que el departamento de Íñigo de la Serna ha previsto un desembolso superior a la los 200 millones de euros en tierras sorianas. En concreto, no será hasta septiembre de 2018 cuando se abran los primero metros de asfalto. El resto, un año y un mes después, siempre y cuando la Autovía de Duero no vuelva a ser víctima de demoras, recortes o paralizaciones.

Respecto al resto del trazado todavía sin ejecutar, las miradas apuntan al conflictivo tramo de los viñedos en la provincia de Valladolid, que hace dos meses salió a información pública con la aprobación provisional del proyecto entre las localidades de Quintanilla de Arriba y Tudela de Duero bajo la opción que bordea las bodegas frente a la alternativa del desdoblamiento de la N-122.

Ver los comentarios