Fábrica de Pabloski en Fuensalida
Fábrica de Pabloski en Fuensalida - Efe

Fuensalida y Almansa calzan a Europa y parte del mundo

La región exportó el año pasado zapatos por valor de 170 millones de euros

Toledo Actualizado: Guardar
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Castilla-La Mancha, la segunda comunidad productora de calzado, exportó el año pasado más de 170 millones de euros y los primeros meses de este año ha aumentado un 12% respecto a 2015, gracias, sobre todo, a sus clusters en Fuensalida (Toledo) y Almansa (Albacete), que calzan a Europa y parte del mundo.

Almansa ha exportado en el último ejercicio cerrado (2015) un 63,3 % y Fuensalida un 17,7% del total del calzado que exporta la región, según informó el responsable de promoción de bienes de consumo y servicio del Instituto de Promoción Exterior(IPEX) de Castilla-La Mancha, José Félix González.

Los principales destinos de las exportaciones de calzado castellanomanchego -un sector que en la región emplea a 5.000 trabajadores- son Estados Unidos (15,06%), Francia (14,97%), Irlanda (14,09%) y Alemania (11,98 %).

Aunque en esta lista la mayoría de los destinos son europeos, el IPEX destaca que 20 mercados de destino del calzado castellanomanchego se localizan fuera de la Unión Europea.

El valor añadido del diseño

Este año las exportaciones de calzado han subido y en mayo se han situado en 11,90 millones de euros, que supone un incremento del 12,8% respecto a mayo del año anterior. Y, en concreto, las exportaciones de calzado de Fuensalida en los primeros cinco meses han rondado los 14,4 millones de euros, que es una subida de casi el 22% respecto al mismo período de 2015, según datos de la Asociación Provincial de Industriales del Calzado de Toledo (Asidcat).

El motivo este crecimiento de las exportaciones es el «valor añadido que genera el diseño y el I+D en el calzado español», ha indicado José Félix González. En este sentido, según la Federación de Industrias de Calzado de España el precio medio de exportación de un par de zapatos a China, en el año 2014 fue 36,4 euros, un coste que, según ha explicado González, en la tienda «rondaría los 300 dólares» y es «demasiado alto» para el mercado español.

Entre los lugares de origen del calzado de Castilla-La Mancha destaca Almansa, donde se concentra el 95% de empresas de calzado de la provincia de Albacete, en la cual el 90% de su producción y exportación es calzado de hombre.

En Toledo, Fuensalida alberga grandes y conocidas empresas, como «Pabloski», pero también pymes y fábricas tradicionales. Fuensalida produce 6 millones de pares al año por un valor de 150 millones de euros y da trabajo directo a 1.500 personas e indirecto a 500, informó el director de la Asidcat, José Luis González, quien añadió que hay un 90% de contratación indefinida y el empleo femenino llega al 50 por ciento.

Un elemento principal del comercio interior español son las pequeñas fábricas y Fuensalida es un claro ejemplo, en buena parte porque apenas a 40 kilómetros está Madrid, su mercado natural y de referencia. Estos datos han sido confirmados por el consejero delegado de una empresa artesanal de Fuensalida, Jesús Manuel Valle, que ha señalado que su «principal producción es a nivel nacional pero también exportamos a Portugal y Reino Unido aunque únicamente un 1%».

El principal cliente de esta empresa es El Corte Inglés, en un 50%, y el resto son firmas que tienen tiendas por todo el país, explicó. Respecto a las categorías de calzado, en Fuensalida destaca el zapato de caballero, con una producción del 70%, pero también el infantil y deportivo. Vaseñaló que la producción «no es muy elevada, porque es artesanal», alrededor de 25.000 pares al año, y precisó que «el zapato es un mocasín de piel elaborado a mano en la horma con pieles gruesas de red o vacuno», por lo que el proceso de producción «es largo».

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