Ya están instalados los seis nuevos tramos del toldo del Corpus

La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, supervisó en el lunes por la mañana los trabajos de instalación de un nuevo toldo en la calle Martín Gamero con motivo de la celebración de la Semana Grande del Corpus Christi, que tendrá lugar del 21 al 29 de mayo en la capital regional. Tolón estuvo acompañada en esta visita por la viceportavoz del Gobierno local y concejala de Empleo, Inés Sandoval, y el director de la Escuela Taller, Juan Carlos Fernández-Layos. El nuevo toldo, que quedará instalado en su totalidad previsiblemente mañana, consta de seis tramos de 10 metros de largo cada uno por un ancho de dos metros. Está realizado en lona de algodón y lleva incorporados los agujeros de ventilación para la lluvia así como las cintas de carga para el amarre.

La puesta en marcha de este nuevo toldo fue anunciada por la alcaldesa de Toledo el pasado día 10, durante la rueda de prensa de presentación del programa del Corpus y de todas las novedades con que contará esta fecha tan señalada. En ese contexto, la primera edil manifestó que la intención del Ayuntamiento es ir reemplazando los toldos más deteriorados, así como restaurar los faroles y vidrieras a través de los Talleres de Empleo del Ayuntamiento.

En en relación a la procesión del Corpus, que se celebrará el jueves 26 de mayo, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, señaló ayer que la custodia de la ciudad, cuya restauración será presentada el próximo lunes, 23 de mayo, brillará este año de un modo «especial» durante la procesión del Santísimo Sacramento. Según monseñor Rodríguez, sólo ha acudido una vez al taller donde se ha restaurado la custodia de la ciudad y allí vio «cómo se iba poco a poco montando el ensamblaje». Sin embargo, no ha «querido» volver a verla y lo hará el día 23 de mayo «durante la presentación en sociedad», cuando se expondrá en la Capilla Mayor de la Catedral, donde estará hasta el domingo del Corpus, «porque el Corpus no es el jueves, aunque se empeñen los políticos». El arzobispo de Toledo explicó que ha sido el Museo del Prado de Madrid junto a «importantes» casas de orfebrería los que se han encargado de quitar óxidos, poner armazones y limpiarla para que vuelva a ser «aquella custodia que hizo Enrique de Arfe» y cuya restauración «era necesaria después de cuatro siglos».