Beatriz Villacañas - ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Lugar para el reencuentro (53): Poesía a diario

«Hay libros que tienen la capacidad de hacerse amigos nuestros, que nos dicen: pasa»

Beatriz Villacañas
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hay libros que tienen la capacidad de hacerse amigos nuestros. Libros que ya sólo con abrirlos y leer sus primeras palabras uno encuentra la mirada acogedora de quien nos abre una puerta con un gesto que dice «pasa». Con libros así recorremos los vericuetos de la vida, los paisajes del alma, la geografía del pensamiento y la emoción.

Todo esto, y más, podemos recorrer en compañía de los Diarios de Hilario Barrero. Una, que ha leído los anteriores Diarios del poeta y catedrático (jubilado sólo de esto último) en Nueva York, al leer los Diarios 2012-2013 (La Isla de Siltolá, colección Levante), se reencuentra con el amigo y con la poesía del amigo que no hay océano que pueda separar.

Con la poesía, sí, pues Hilario Barrero, poeta en Nueva York, poeta vaya donde vaya y poeta, naturalmente, cada vez que vuelve a reencontrarse con sus raíces toledanas, construye estos Diarios (como todos los suyos) con la energía poética de su palabra:

Hemos cortado rosas recién nacidas para llevárselas a mi madre que ha nacido a la muerte.

Los Diarios 2012-2013, una vez más, nos muestran que su autor camina por el día a día de su vida con el paso firme de la belleza, la belleza que, sin dejar de serlo, puede ser desgarradora, melancólica, reflexiva, muy capaz ella de darnos un golpe certero al corazón. ¿Y qué es esa belleza sino poesía? Esa poesía verdadera que se te mete en las entrañas y que duele a la vez que te alimenta el alma. Los Diarios de Hilario Barrero vibran con la música, con el presente cotidiano hecho reflexión sobre el tiempo, con la melancolía de los recuerdos, con edificios y parques, con la meditación sobre la muerte y con la presencia de la muerte misma.

Vibran, repito, porque la muerte y el desgarro del tiempo, que marchita los cuerpos que fueron jóvenes y esplendorosamente hermosos, la nostalgia y el dolor, nos miran desde la palabra de Hilario como viejos amigos que nos hacen llorar para hacernos más fuertes. Todo vibra y camina junto a nosotros en cada fecha de estos Diarios, las estaciones del año, la niebla y la luz, las anuales revisiones médicas, los amigos. Y el amor: esencial, poderoso, articulador de sentido vital:

Otros viajan a Ítaca porque no tienen ciudad adónde ir, yo viajo a ti cada día porque no eres sólo mi ciudad, eres mi principio y mi final, el tapiz y las sirenas.

Ver los comentarios