Diario de un jubilado en Nueva York (21): Indulgencia plenaria
El poeta, profesor y traductor toledano Hilario Barrero envía desde Nueva York, donde reside desde 1978, un nuevo texto
Actualizado: GuardarCuando aparecían los huesos de santo en una bandeja plateada en el escaparate de la confitería de Santo Tomé, en Toledo, un niño los miraba con júbilo y los saboreaba por anticipado; sabía que pronto llegaría Navidad. Ahora, delante de la ventana de la vejez y de la nostalgia, este jubilado les quiere desear, con este «villancico», Felices Pascuas y un Próspero Año Nuevo 2017, como se decía antiguamente.
HUESOS DE SANTO
Azúcar triturada, yema candente,
almendra cruda, piel de clara batida,
huesos que nos anuncian
el frío, los difuntos y noviembre,
puntales son que fortifican
el esqueleto dulce de mi barrio
y le traen un sabor a mazapán,
misa del gallo y temblores de anís
a mi mundo de entonces.
Huesos con los que ganas, sólo con recordarlos,
indulgencia plenaria para toda tu vida.
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