El varadero

DE SENECTUTE

Con estos veintinueve a mis espaldas,

todavía tan joven y despierto

quisiera que supierais una cosa:

Si algún día, después de muchos días,

no muero y pasa el tiempo y me hago viejo

quisiera que dolieran los recuerdos.

Por eso, hoy me afano en amasar

momentos que me quemen la memoria.

Por eso, yo quisiera que algún día,

con el cuerpo cansado y una pensión modesta,

mis lágrimas regaran el recuerdo

de aquella juventud que aprovechaba

hasta el último trago de su vida.

Cuando la edad y la vejez me alcancen

quisiera ser un hombre desgraciado

que triste y sereno se lamente

de este pecado mío que os confieso:

Me declaro culpable de vivir.