Mueren dos jóvenes tras caer su coche al mar en el puerto deportivo de Laredo

Dos jóvenes de Laredo de 17 y 18 años han perdido la vida tras caer al mar, en la zona del puerto deportivo de este municipio cántabro, el coche en el que viajaban junto a un tercer chico, que logró salir por sus propios medios del vehículo y fue trasladado con hipotermia al hospital comarcal. El fatal suceso tuvo lugar en torno a la una y veinte de la madrugada del sábado al domingo y provocó una fuerte conmoción entre los vecinos de la villa pejina, que se despertaron ayer con la triste noticia del rescate de los cadáveres del agua.

Aunque se desconocen de forma oficial las causas del accidente, registrado en la zona de los pantalanes, fuentes próximas a la investigación apuntaron a la posibilidad de que los ocupantes dejaran conducir el turismo -un Fiat Bravo- a uno de ellos que no tenía carné, para que practicara.

Y, al parecer, el joven perdió el control del coche, que cayó al mar. Los dos fallecidos son D. S. A. y R. F. Á., nacidos en los años 1998 y 1999, respectivamente, mientras que el chico que logró salvarse es M.V.B. y tiene 20 años.

En el momento del siniestro había marea baja por lo que el vehículo se precipitó unos cuatro metros hasta la cota de agua y se sumergió después aproximadamente seis metros más hasta quedar encallado sobre el techo en lodo del fondo marino.

El Gobierno de Cantabria expresó su dolor y consternación por la muerte de los jóvenes y trasladó todo su apoyo, solidaridad y condolencias a los familiares de las víctimas. También dio el pésame al Ayuntamiento laredano, que a su vez aseguró que el municipio estaba «en shock» por lo ocurrido. El Ejecutivo agradeció además el esfuerzo y colaboración de los distintos servicios de rescate que intervinieron en la operación.

Rescate

El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno regional recibió el aviso de la Guardia Civil minutos antes de las 1.20 horas del domingo. Al lugar se desplazaron bomberos del propio servicio del parque de Laredo, policías locales, efectivos sanitarios del 061, un médico del Servicio de Urgencias de Atención Primaria de la villa, una embarcación de Salvamento Marítimo y otra de Cruz Roja, además de buzos y el grupo de apoyo psicosocial de esta última entidad.

A su llegada a la zona, un guardia civil se tiró al agua pero no pudo acceder al coche debido a la baja temperatura que a esa hora de la madrugada se registraba en el mar. Lo mismo hicieron tres bomberos, ya con trajes de neopreno, pero la profundidad a la que se encontraba el vehículo les impidió llegar a él. Finalmente, fueron los buzos de Cruz Roja los que, con botellas de oxígeno, consiguieron descender hasta el turismo siniestrado, que fue extraído del fondo marino con la ayuda de los buceadores y una grúa de grandes dimensiones. Una vez en tierra, efectivos del 112 sacaron los cadáveres del interior, que quedaron a disposición de los equipos médicos que certificaron su muerte.