La música y la danza brillan ante 16.000 personas en el Concierto de Navidad en Tenerife

La Orquesta Sinfónica y Ballets de Tenerife acercan la cultura al pueblo deleitando los santacruceros en el mayor concierto navideño al aire libre del mundo

Panorámica del recinto visto desde el escenario Andrés Gutiérrez | El Día

Javier Alonso Gutiérrez

No es fácil ver un concierto el día de Navidad, en pleno invierno, al aire libre en Europa. La noche del pasado miércoles se celebró, por vigésimo sexta vez, el Concierto Extraordinario de Navidad organizado por Puertos de Tenerife y protagonizado por la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST). Esta vez, el arte estuvo más representado que nunca, pues aparte de los músicos y componentes del coro del Conservatorio Profesional de Música de Tenerife, por primera vez en la historia de este evento se sumaron los bailarines de Ballets de Tenerife , en lo que supuso una histórica inclusión de la danza en este encuentro.

Como es habitual, el pueblo santacrucero hizo colas para llenar el aforo del recinto preparado en la Dársena de Los Llanos para poder asistir en directo a un espectáculo que nunca defrauda y promociona el nombre de la isla de manera internacional. Se estima que, además de los casi 16.000 espectadores que abarrotaron el recinto, el concierto alcanzó una audiencia de 50.000 personas a las 22:21 horas gracias a la retransmisión, tanto televisiva como radiofónica, de RTVE, llegando en algún momento hasta los 130 mil espectadores.

Sobre el escenario, los 82 músicos de la orquesta, los ochos bailarines y los 30 alumnos del Conservatorio que formaron el Coro Infantil, interpretaron, bajo el lema “Danzas por Europa” , obras clásicas con las que pudo transportar al público a un periplo por el viejo continente. En el comienzo del concierto, la Sinfónica llevó a los presentes hasta Austria con tres obras de Johann Strauss II. El joven Antonio Méndez daba entrada a sus músicos con las primeras notas de El Barón Gitano , que prosiguió en Tik Tak Polka Schnell, Op.365 y el Caballero Pàsmán, Op.441 para el deleite del público santacrucero.

Al término de estas piezas, los bailarines se estrenaron, con una trabajada coreografía de Héctor Navarro , en estos Conciertos de Navidad con la Danza Húngara nº1 de Johannes Brahms. La época romántica se apoderó del concierto con las pasionales piezas del noreste de Europa compuestas por el ruso Piotr Ilich Tchaikovsky , que saltaban a los países escandinavos de Jean Sibelius , Max Bruch y Edvard Grieg . A la postre, los bailarines volvieron a salir a escena con la Danza Inglesa Nº6 de Malcom Arnold para dar paso al periplo británico que continuaba con obras francesas para concluir en Italia con la Obertura de Guillermo Tell de Rossini .

El famoso Can Can de Jacques Offenbach sirvió como nexo para llevar el viaje musical a España, donde, con la danza de La Vida Breve de Manuel Falla, se despidieron del concierto los bailarines de Ballets de Tenerife que fueron ovacionados por el público agradeciendo el acierto de acercar la cultura de la danza a los tinerfeños como se ha ido haciendo con la música anualmente en un día tan señalado.

Como no podía ser de otra manera, este periplo acabó en las Islas Canarias, con el pasodoble de las islas y varios villancicos canarios que el público asistente se animó a entonar como Lo Divino o Una sobre el mismo mar , ya adaptado con la inclusión de la octava isla, La Graciosa. El colofón final lo dieron los fuegos artificiales al ritmo de la tradicional Marcha Radetzky que dejaron una bella estampa del cielo iluminado con el Auditorio de Tenerife de fondo ante un público entregado llevando el ritmo de la obra de Strauss con las palmas.

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