La Guardia Civil detiene a un joven de solo 18 años por corrupción de menores

La Guardia Civil ha detenido a un joven de solo 18 años como presunto autor de un delito de corrupción de menores en Gran Canaria. La detención se ha producido después de que el 17 de octubre se iniciara una investigación tras la denuncia de una madre que informó sobre un caso de abuso sexual, a través de la aplicación Whatsapp, que sufría su hija menor de edad desde hacía dos meses, según ha explicado la Benemérita.

Según las investigaciones, el presunto autor de los hechos había contactado con la víctima a través de un grupo cerrado de whatsapp de amigos de ella, donde se fue ganando «poco a poco» la confianza de la niña hasta entablar conversaciones por privado e intercambiarse fotografías entre ambos. Posteriormente, el chico habría pedido a la menor imágenes desnudas, «amenazándola de que si no accedía enviaría al grupo» de amigos en común sus primeras fotografías, «sin contenido sexual, y la insultaría».

Sin embargo, al tener las fotografías de contenido sexual de la menor, supuestamente comenzó a amenazarla y a coaccionarla para obtener una serie de beneficios, «tanto de carácter económico como sexual, a cambio de no publicar las imágenes que ya poseía», siendo en este momento cuando se pusieron en conocimiento de la Guardia Civil los hechos.

Así, sobre la base de las primeras investigaciones, los agentes de la Guardia Civil determinaron que el presunto autor de los hechos residía en la isla de Gran Canaria, a quien finalmente se localizó y detuvo. Con todo, y tras declarar en dependencias oficiales, ha quedado en libertad a disposición de ser requerido por el pertinente juzgado en funciones de guardia.

La Guardia Civil recuerda que el comportamiento delictivo descrito corresponde al denominado «Grooming», que podría traducirse como «engatusamiento», y que ha sido tipificado como delito recientemente, a partir de la reforma del Código Penal del 2010, ya que consiste en una estrategia deliberada, por parte de un adulto, para ganarse la confianza de un menor a través de la red Internet, creando una primera conexión emocional o vínculo de amista para disminuir posibles inhibiciones o reticencias del menor y siendo el fin último iniciar una relación sexual, primero virtual y después física.