El Supremo da la razón a Aragón en su litigio contra Cataluña por los «bienes de Sijena»
El TS desestima los recursos presentados por la Generalitat por 96 obras de arte del Monasterio de Sijena (Huesca)
La Justicia ha vuelto a dar la razón a Aragón en los históricos litigios que mantiene con Cataluña por las colecciones artísticas retenidas durante décadas en esta región. Ahora ha sido el Tribunal Supremo, que acaba de confirmado que los conocidos como «bienes de Sijena» pertenecen a todos los efectos al patrimonio cultural aragonés.
En la práctica, esta colección ya está en Aragón desde diciembre de 2017. Fue cuando la Guardia Civil, por orden judicial, entró en el Museo de Lérida para intervenir y trasladar a Aragón decenas de obras de arte del Monasterio de Sijena (Huesca). El museo, controlado por la Generalitat y el Obispado lerdiano, había ignorado reiteradamente las órdenes judiciales que le obligaban a devolver esas piezas. De hecho, aquella desobediencia ha conducido a la apertura de un proceso penal contra quienes en aquel momento se sucedieron al frente de la Consejería catalana de Cultura, Santi Vila y Lluís Puig .
En 2015, un juzgado de Huesca falló a favor de Aragón en este litigio. Determinó que Cataluña había adquirido ilegalmente un centenar de obras de arte del Monasterio de Sijena entre 1983 y 1994. Aquella primera sentencia fue ratificada luego por la Audiencia Provincial de Huesca, y ahora lo ha hecho el Tribunal Supremo.
Tras la primera sentencia, la parte aragonesa reclamó su ejecución provisional. Es decir, que mientras se resolvían las apelaciones promovidas desde Cataluña, esas obras de arte volvieran a su lugar originario, a Sijena. La Justicia aceptó y ordenó a Cataluña que devolviera las piezas, pero no lo hizo. La colección estaba dividida en dos grupos, una parte en Barcelona, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), y otra en el Museo de Lérida.
Ni el MNAC ni el Museo de Lérida cumplieron la orden judicial en tiempo y forma. Pasado ya el plazo máximo dado por la Justicia, el MNAC sí envió su parte. Pero el Museo de Lérida las retuvo hasta forzar la intervención de la Guardia Civil, en diciembre de 2017. En total, entre las que llegaron del MNAC y de Lérida, a Sijena retornaron 96 piezas.
Ahora, tres años después de aquel sonado episodio de las fuerzas de seguridad entrando en el museo ilerdense, el Tribunal Supremo ha desestimado los recursos interpuestos por la Generalitat, el MNAC y el Consorcio del Museo de Lérida contra la sentencia de la Audiencia de Huesca que declaró la nulidad de las compraventas con las que Cataluña se había hecho supuestamente con esas valiosas piezas del Monasterio de Sijena . Es decir, el Supremo confirma que Sijena es el lugar en el que legítimamente deben quedar esas obras de arte.
La sentencia de la Sala de lo Civil del Supremo ha ratificado las sentencias del Juzgado de Primera Instancia y la Audiencia de Huesca que declararon la «nulidad» de las compraventas y la propiedad de los bienes en favor de la Orden Sanjuanista del Real Monasterio de Sijena.
El tribunal considera que el depósito de los bienes, previo a las compraventas, no genera en las recurrentes un interés propio para oponerse a la restitución posesoria que se declara en la sentencia recurrida y al traslado de los bienes al Monasterio de Sijena, que se produjo en diciembre de 2017.
La réplica de la Generalitat
Desde Cataluña, la Generalitat ha mostrado su preocupación por una sentencia que, asegura, puede provocar una «avalancha de reclamaciones» similares en todo el mundo, «desestabilizando así» todo el mapa museístico, y ha asegurado que desde que la obra están en Sijena se ha limitado el acceso del público y se teme por su estado. «El monasterio no reúne las condiciones mínimas para asegurar una apropiada conservación. Tanto el Departamento de Cultura como el Museo de Lleida han reclamado insistentemente ante el juez autorización para visitar sus instalaciones y siempre se ha denegado sin motivación», sostiene la consejería catalana de cultura.
A la espera de analizar jurídicamente un fallo que, aseguran, «los medios de comunicación han recibido horas antes de que las partes implicadas», la Generalitat, el MNAC y el Consorcio del Museo de Lérida decidirán «las acciones a emprender, siempre motivadas por la protección y la difusión del patrimonio artístico». En su réplica, el ejecutivo catalán tampoco ha dejado pasar la ocasión para denunciar las supuestas implicaciones políticas del caso. «Desconocemos por qué el Gobierno de Aragón sólo ha reclamado las obras a las instituciones catalanas y no las que hay en otros museos, por ejemplo en Madrid», ha apuntado.
El caso de los frescos de Sijena
Mientras tanto, sigue vivo en los juzgados otro litigio relacionado con el arte de Sijena, el que afecta a sus valiosas pinturas murales , que fueron arrancadas en varias tandas, la primera tras el expolio que sufrió ese monasterio oscense en los primeros días de la Guerra Civil. Hasta ahora, la Justicia también ha dado la razón a Aragón en este litigio . A la sentencia de primera instancia se sumó, en octubre, la confirmación por parte de la Audiencia de Huesca. Aragón también ha pedido que se ejecute provisionalmente esa sentencia, pero en este caso la Justicia ha optado por esperar a que el Tribunal Supremo diga su última palabra, dada la complejidad técnica que conlleva el traslado de esos frescos que están depositados en el MNAC barcelonés.
El litigio de los «bienes de la Franja»
Por otra parte, también sigue abierto otro tercer litigio entre Aragón y Cataluña, el de los «bienes de la Franja». Este se arrastra desde hace un cuarto de siglo, que fue cuando empezó a dirimirse en los tribunales eclesiásticos y que ha acabado en la jurisdicción civil, ante la negativa del Obispado de Lérida ha cumplir las órdenes de devolución de esas obras de arte de parroquias aragonesas.
El pasado diciembre, el juzgado de Barbastro (Huesca) dictó una orden contra el Museo de Lérida y contra el Obispado ilerdense para que devuelvan a Aragón las 111 obras de arte conocidas como «bienes de la Franja». Se trata de una colección valorada en 8 millones de euros, según los informes que en su día se presentaron al proceso judicial entablado por Aragón para recuperar estas piezas.
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