Sucesos

El juez manda a la cárcel al detenido por abrasar con ácido a un menor en Caspe

El acusado tiene 37 años y un largo historial policial. La investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones

El caso lo instruye el juzgado de Caspe (Zaragoza) Google

R. P.

El juzgado que lleva el caso por el ataque con ácido que sufrió un adolescente en Caspe (Zaragoza) a primeros de mayo ha mandado a la cárcel al hombre de 37 años que ha sido detenido como supuesto autor material . La investigación sigue abierta, porque la Guardia Civil cree que hay más personas implicadas en esta brutal agresión.

Una de las principales hipótesis en las que se centró la investigación era que el muchacho pudo haber sido víctima de un ajuste de cuentas para castigar a alguien de su entorno. Y esas pesquisas acabaron conduciendo a la detención de Aitor G. G., que fue arrestado en Zaragoza el pasado martes y que ayer jueves pasó a disposición judicial.

Según ha trascendido, cuenta con una quincena de antecedentes policiales por delitos de que van desde los robos con fuerza, violencia e intimidación a los malos tratos. La Fiscalía consideró que, a la vista de las pruebas e indicios que pesan contra él y del riesgo de fuga, debía ser ingresado en prisión provisional. Y el juez de Caspe que lleva el caso así lo determinó. Dictó el auto de prisión después de que el detenido se negara a contestar a las preguntas del juez cuando compareció ante él.

Dictada la orden de cárcel, el detenido fue trasladado de inmediato a la prisión de Zuera (Zaragoza). Está acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa. La Guardia Civil sigue adelante con las investigaciones y sospecha que puede haber más implicados .

Mientras tanto, la víctima sigue ingresada en la unidad de quemados del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, al que fue trasladado en helicóptero tras ser atacado con ácido a plena luz del día, el pasado 3 de mayo, cuando regresaba a su casa desde el instituto en el que estudia. El atacante le abordó por la espalda y encapuchado, no medió palabra alguna y, tras echarle el ácido, salió huyendo del lugar.

Los gritos de dolor del muchacho fueron escuchados por un hermano suyo y rápidamente acudieron unos agentes de la Policía Local y se activó el dispositivo sanitario. El ácido abrasó el 70% del cuerpo del muchacho, que ahora se enfrenta a un delicado e incierto proceso de recuperación . Tendrá que someterse a operaciones para intentar tratarle las gravísimas lesiones que le han quedado y que, entre otras cosas, le han afectado de lleno al rostro. El estado fue de tal gravedad que el joven tuvo que permanecer durante días en coma inducido.

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