Rescate del cadáver de un barranquista fallecido el pasado viernes en el Pirineo aragonés
Rescate del cadáver de un barranquista fallecido el pasado viernes en el Pirineo aragonés - Guardia Civil
Sociedad

Cinco montañeros muertos en menos de un mes en el Pirineo aragonés

Primavera y verano, los meses con más accidentes de montaña cada año

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Cada año, el fin del invierno y la llegada del buen tiempo dispara la accidentalidad entre los aficionados a la montaña en el Pirineo aragonés. Y las tres últimas semanas no ha hecho más que certificar esta negra estadística. En menos de un mes, el Pirineo aragonés se ha cobrado la vida de cinco montañeros en otros tantos accidentes.

Ha sido uno de los finales de abril y principios de mayo más trágicos que se recuerdan en las cumbres aragonesas, que atraen cada año a miles de aficionados a los deportes de montaña, una afluencia que se dispara a partir de la primavera y durante el verano.

El 11 de abril, un montañero valenciano de 39 años desaparecía cuando hacía una travesía junto a otra joven de 26 años por el Ibón Blanco de Literola, en el término municipal de Benasque.

La mujer dio la voz de alarma y logró ser rescatada horas después, pero su acompañante perecía mortalmente entre la nieve. Su cuerpo fue encontrado dos días después.

El 23 de abril, un joven montañero zaragozano de 36 años desaparecía también cuando realizaba una travesía por el Pirineo aragonés. Se activó un intenso dispositivo de búsqueda en el que llegaron a participar más de 200 personas. No se ha hallado su cuerpo. Se le da por muerto. Y, durante las tareas de rastreo, un soldado de la UME se despeñaba mortalmente el 30 de abril.

Pocos días después, el 3 de mayo, un joven francés de 21 años que realizaba una travesía con esquís moría en las cumbres del Monte Perdido. Se despeñó por un cortado de 80 metros.

Y, ayer viernes, la negra lista de accidentes mortales de estas últimas semanas la engrosaba otro ciudadano francés, de 56 años, aficionado al descenso de barrancos. La fuerza del agua se lo tragó en el Barranco del Vero, en el término municipal de Alquézar. Los especialistas de la Guardia Civil tuvieron que emplearse a fondo para recuperar el cadáver, que quedó atrapado en el fondo del cauce.

La belleza de la montaña se torna mortal con no poca frecuencia. Los expertos insisten en que los deportes de alta montaña requieren de conocimientos, precaución y normas de seguridad. Y, aún así, a veces el accidente mortal tampoco se evita.

Lo cierto es que la lista de rescates se cuenta por cientos cada año en el Pirineo aragonés. Las peores de las veces, el rescate no logra salvar la vida del accidentado. En agosto del año pasado, por ejemplo, hubo diez accidentes mortales de montañeros en el Pirineo aragonés.

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