Villarejo regaló una treintena de coches a comisarios y policías
El comisario jubilado seguirá en prisión tras declarar e involucrar a Interior y al CNI
El comisario jubilado José Manuel Villarejo declaró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea, que hace una semana decidió mantenerlo en prisión. El magistrado tras oírlo y evaluar los informes forenses no cambió la medida porque estos certificaron que nada le impide vivir con normalidad en el módulo de funcionarios de Estremera.
Villarejo, a quien se imputan los delitos de organización criminal, blanqueo y cohecho, explicó ayer al juez que fue el CNI quien le encargó el «informe King» (dio origen al procedimiento) para desprestigiar a Gabriel Obiang y favorecer a su hermano Teodoro, por el habría cobrado más de cinco millones de euros . Hasta ahora, el comisario jubilado había sostenido que los sucesivos ministros del Interior le habían permitido actuar como «agente encubierto» y estaban al tanto de sus trabajos (pese a que la investigación ha acreditado que nunca pidió esa compatibilidad), pero ayer fue más allá e involucró también al anterior DAO de la Policía, el controvertido Eugenio Pino, según fuentes presentes en el interrogatorio.
La investigación sostiene que ese informe King , igual que otros que siguen secretos, eran la especialidad de Villarejo y su trama y para ello utilizó medios de la Policía y funcionarios corruptos de varias administraciones. La base es la venta de información confidencial o reservada que Villarejo y sus socios obtienen de sus amigos policías y de otros funcionarios de la administración. Esa información -también de causas procesales o de acceso restringido- y todo un paquete de servicios se le entregan al cliente (el que tiene el problema) a cambio de pagos y esos pagos, opacos, son canalizados a través de Cenyt, su conglomerado empresarial.
Una de las formas de pago a esos funcionarios habría sido la entrega de coches, algunos de alta gama. Las pesquisas apuntan que Villarejo regaló o al menos cedió el uso de una treintena de vehículos a comisarios y policías de su entorno que hacían trabajos para la trama. ABC se puso en contacto con uno de los comisarios principales señalados, quien confirmó que dos coches de su familia (uno de su hija y otro de la que entonces era su mujer) estuvieron a nombre de una empresa de Villarejo entre 2006 y 2015, cuando se hizo la transferencia y el cambio de titularidad. «Puse los coches a nombre de su empresa para ahorrarme el IVA, pero los pagué yo. Fue él quien me lo ofreció», explica. «El seguro está a nombre de ellas desde el principio y pagado desde mi cuenta», añade tras asegurar que se ha ofrecido a los investigadores para colaborar en lo que necesiten.
El comisario Carlos Salamanca, en libertad provisional desde marzo, aseguró que el Porsche Panamera, que acabó en sus manos en 2012 también era de su propiedad (aparecía como tomador del seguro), pero que lo puso a nombre de otra empresa por motivos de seguridad y para ahorrarse una parte del IVA . El ahorro de ese impuesto, junto con la seguridad son motivos que esgrimen algunos de los funcionarios bajo sospecha.
Pero el Panamera de Salamanca fue comprado por el director general de una empresa de los Obiang por el hombre de confianza que tenían en España y que se denomina a sí mismo como «pagafantas» por los regalos y entregas de dinero que asegura hizo al exjefe de Barajas. La acusación popular ha pedido a la Policía que emita un informe sobre nueve coches de alta gama supuestamente utilizados por Salamanca en el aeropuerto entre 2008 y 2016.
«Los coches son una dádiva clara a los policías que colaboraban con la trama. Los que aseguran que no, que los pagaron ellos tendrán que acreditarlo , ver quién pagaba las reparaciones, la gasolina, etc.», apuntan fuentes de las pesquisas.
