La Transición, un pacto «para todas las generaciones»

Juntar a tres expresidentes del Gobierno es algo, en palabras de José Luis Rodríguez Zapatero, «excepcional». Los tres comparten la experiencia de gestionar un país y afrontar desafíos de Estado. Por eso, el foro de debate organizado ayer por Vocento en su 15 aniversario versó sobre la defensa del «impulso» del futuro y del balance positivo de 40 años de democracia, pero también sobre la reivindicación de lo conseguido en el pasado, de sus fundamentos y su valor histórico.

González, Aznar y Zapatero acudieron ayer a una cita con la actualidad, con el desafío soberanista, el Brexit y otros peligros, pero también acudieron a una cita con la Historia y con la puesta en valor de la Transición.

Felipe González comenzó su intervención haciendo precisamente referencia a una anécdota sobre el olvido del pasado.

«El otro día estuve en el funeral de Helmut Kohl –canciller alemán fallecido recientemente cuya aportación fue vital para la reunificación de su país tras la caída del Muro de Berlín– y hablábamos de que ya hay una generación que no lo conoce».

Para González, que pidió a los políticos actuales que no se olvidaran de la historia, los expresidentes son como «jarrones chinos» a los que se presupone un gran valor pero nadie sabe dónde colocar. «Todo el mundo desea que algún niño le dé con el codo y poder echarlo a la basura», ironizó el expresidente socialista. «Los que olvidan soportan un fenómeno vil curioso, que es la ceguera. Los que olvidan que llevan la mochila sobre los hombros se les pone delante de sus ojos y les oculta el futuro que podemos ser, porque olvida el pasado que fuimos», manifestó. Una reflexión compartida por el que un día fue su rival político directo, José María Aznar.

Para el expresidente popular, que criticó a los políticos «que cada día descubren el Mediterráneo o inventan la rueda», la Transición «no fue un pacto para una generación, sino que también lo fue para todas las generaciones venideras». En este sentido, reivindicó su tarea y alertó del riesgo del relativismo sobre los valores construidos. «Tú puedes dar impulso, personalidad, pero no puedes cuestionar los fundamentos», advirtió.

El expresidente hizo un balance positivo de los 40 años de democracia y de la situación actual en comparación con el pasado, una situación en la que «los activos son muchos más que los pasivos». También recordó los logros de su Gobierno y afirmó que a su marcha, y tras su gestión, dejó al país mejor que cuando lo encontró.

Crítico con el pasado

El último en intervenir fue precisamente el último expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, para el que la Transición es una época bien valorada por los españoles y que él vivió «con entusiasmo». «Yo me siento bien como ex», afirmó al ser preguntado por su papel en la actualidad.

También aseguró que la sociedad actual puede ser «crítica» con la Transición, sobre todo aquellos que «no tienen memoria directa» del consenso del 78, y aceptó que se quieran exigir reformas. El expresidente socialista afirmó sentirse «respetado» por la sociedad española y por los nuevos actores políticos, a los que reconoció el «derecho» para cuestionar lo que se hizo en el pasado, «al igual que yo cuestioné las acciones de Aznar y González. Las de González menos, como es lógico», matizó.