Tabarnia, por una Barcelona fuera de Cataluña

Una plataforma ciudadana propone la separación de zonas prósperas de Barcelona y Tarragona del resto de Cataluña, que se constituirían en la comunidad autónoma de Tabarnia

Mapa de Cataluña en el que está representada la escisión de Tabarnia ABC

ALEXIS ROMERO

Tabarnia podría ser el nombre de un reino utópico en el que situar las aventuras de una novela fantástica recreada con tintes medievales. Suena a eso. Sin embargo, en los últimos días este neologismo creado a partir de los nombres de Barcelona y Tarragona ha tenido un éxito más que reseñable en las redes sociales. Hasta la ganadora de las elecciones catalanas, Inés Arrimadas, ha reconocido el término y se ha afanado por difundir el proyecto al que representa.

Tabarnia es precisamente eso, un proyecto impulsado por « Barcelona is not Catalonia », una plataforma que afirma agrupar a «más de un centenar de asociaciones y empresas de todos los ámbitos de Barcelona así como ciudadanos a título particular», cuyo objetivo es «conseguir una gestión política y fiscal propia para Barcelona» -constituida en comunidad autónoma- «al margen de la Generalitat de Cataluña».

Tabarnia también ha sido considerada en las redes como una broma, una suerte de inocentada prematura concebida a escasos días de los Santos Inocentes. Sin embargo, hay quien prefiere verla como un espejo del independentismo , un reflejo que devuelve la imagen de un proyecto que ha supuesto uno de los mayores desafíos para España en su historia reciente. Tabarnia lo tiene todo, y lo tiene igual: argumentos basados en supuestas apelaciones a la Historia y a una distribución desigual de la economía entre territorios; la voluntad de una parte de la sociedad de separarse de la otra; y hasta un mapa casi a imagen y semejanza de los «Països Catalans» como representación cartografiada del nuevo territorio.

Las dos Cataluñas

«Cataluña se compone de dos zonas claramente diferenciadas desde el punto de vista económico, lingüístico, identitario, poblacional y social. Una parte independentista y otra, entre otras cosas, constitucionalista (Tabarnia). La división administrativa actual no se corresponde con la realidad, y por tanto es necesario cambiarla», proponen desde la plataforma.

En las pasadas elecciones, entre los 85 diputados elegidos por Barcelona -frente a los 17 de Gerona, los 15 de Lérida y los 18 de Tarragona- la victoria fue para la candidatura de Inés Arrimadas con 24 diputados . En Barcelona, se eligieron 47 diputados no soberanistas frente a 38 del bloque independentista. El constitucionalismo logró el 56% de los votos. En Tarragona, la formación más votada también fue Cs, con el 27,34%. «Existe una Cataluña rural, mayoritariamente independentista, basada en una economía local, obsesionada con la identidad y hostil a la lengua castellana, y de otro lado una Cataluña cosmopolita, orgullosamente bilingüe, urbanita, multicultural e intensamente conectada con el resto de España y Europa», defienden desde la asociación.

La constitución de Tabarnia en comunidad autónoma conseguiría, concluyen, un triple objetivo: «gestionar los recursos que genera Barcelona de una manera más justa y eficiente, evitando la sangría de ingresos hacia Cataluña y los agravios territoriales que padece desde hace 40 años por la Generalitat», «asegurar la permanencia en España y la estabilidad» y «recuperar la soberanía histórica del condado de Barcelona».

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