Así han sido las cinco mociones de censura de la Democracia

Solo triunfó la de Sánchez en 2018 que expulsó a Rajoy de la Moncloa. La de Gónzález a Súarez en 1980 se quedó a 24 votos

La de Vox contará con menos apoyos, pero pretende ser el altavoz del descontento de la calle y pone en aprietos al PP

Sigue la votación de la moción de censura de Vox y las últimas noticias en directo

Suárez y su sempiterno cigarrillo EFE / Vídeo: Así fue el día en que la izquierda tumbó el gobierno de Mariano Rajoy

M. J. Álvarez

La de hoy será la quinta moción de censura que se celebra en Democracia. Santiago Abascal (Vox) no tiene ninguna posibilidad de desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa y, de hecho, su moción es la que parte con menos apoyos de las debatidas hasta el momento. Se prevé, salvo sorpresas, que solo cuente con los votos de su formación: 52, de los 176 que necesitaría . Pero el líder de la formación verde pretende ser el altavoz del descontento de la calle contra la gestión del Gobierno de coalición del PSOE-Unidas Podemos, al tiempo que pone en un brete al PP de Pablo Casado, que se debate entre el «no», que le situaría junto a los independentistas y nacionalistas que dan oxígeno al ejecutivo o a la abstención, que el colocaría en el «trifachito cobarde».

González y Guerra, en el Congreso ABC

El mecanismo lo estrenó González contra Súarez

La primera moción de censura data de 1980. Eran tiempos convulsos y España estaba azotada entonces por una grave crisis económica a causa del paro. Felipe González, del líder del PSOE cuando apenas había pasado un año de la celebración de las elecciones estrenó este mecanismo constitucional para desalojar al Adolfo Suárez (UCD) de la Moncloa. No lo logró. Y eso que contó con los apoyos de los comunistas de Santiago Carrillo , de los andalucistas y tres del Grupo Mixto (152 votos). Hubo 166 votos en contra y 21 abstenciones. Se quedó a 24 votos de salir adelante. En enero de 1981 Súarez dimitiría dejando para la historia un mensaje lleno de interrogantes. El 23 de febrero se produjo el golpe de estado en el Congreso de los Diputados y en 1982 González arrasó en las elecciones generales.

El brindis al sol de Hernández Mancha

Hernández Mancha defendiendo la moción en 1987 EFE

En 1987 el nuevo líder de Alianza Popular (AP), Antonio Hernández Mancha , daba la campanada. Manuel Fraga había abandonado el partido. La ciudadanía estaba harta de los casos de corrupción del PSOE, aireados en los medios de comunicación y de «un gobierno sin rumbo». No obstante, los socialistas seguían arrasando en las urnas, aunque se dejaban votos por el camino. El intrépido, inexperto y fugaz dirigente de AP, sin ser diputado, dio un golpe de efecto para darse a conocer y puso una moción contra González en marzo. Este y su número 2, Alfonso Guerra «se lo comieron», literalmente. Hasta el día de hoy (salvo imprevistos), ha sido la moción de censura con menos respaldo. Obtuvo 67 «síes» (AP y Unión Valenciana), 195 «noes» y 70 abstenciones. Fue el primer fracaso de Hernández Mancha. AP se desconpuso y dio paso al PP y con él, emergió la figura de José María Aznar.

El «no, se puede» de Iglesias contra Rajoy

Rajoy en la moción de 2017 Ignacio Gil

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, puso la primera de las mociones de censura contra el popular Mariano Rajoy, que gobernaba en minoría . Era junio de 2017. A pesar de sus intentos desesperados por recabar el apoyo del PSOE, no tuvo éxito. El panorama político estaba revuelto, Sánchez había ganado las primarias y la corrupción en el seno del PP amainaba. Habían detenido al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (PP) y estaban citados otros dirigentes en los tribunales. Consciente de su derrota, Iglesias quiso mostrarse como «alternativa de país » con su famoso «sí, se puede». Obtuvo 82 «síes» (Podemos, ERC, Compromís y EH Bildu, 170 «noes» y 97 abstenciones).

La sorpresa de Sánchez

Rajoy felicita a Sánchez tras recabar todos apoyos en 2018 Jaime García

Hasta la fecha, ha sido la única moción que ha prosperado. La presentó el líder del PSOE, Pedro Sánchez, un año después: mayo de 2018. No lo tuvo fácil pero al final lo logró. Estaba en «racha» tras ganar las primarias y obtener el liderazgo de su partido. La primera sentencia contra la trama de la Gürtel y la famosa «caja B» ponía contra las cuerdas al PP de Rajoy. Podemos ofreció su apoyo de inmediato al socialista , que apenas tuvo tiempo de negociar con la oposición por lo apretado del calendario que le impusieron: unos seis días después de ser registrada. ERC, PdCAt le apoyaron sin pedir nada a cambio. El campanazo lo dio el PNV que, a pesar de haber apoyado a Rajoy para aprobar los Presupuestos Generales del Estado que aún están en vigor, votó a favor de expulsar a Rajoy. Este pasó ocho horas en un restaurante cercano en una comida que se alargó y se alargó. El sabrá la razón. Duró ocho horas. Soraya Saénz de Santamaría colocó su bolso en el escaño azul del que estaba a punto de dejar de ser presidente. Sánchez obtuvo 180 «síes» (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias) frente a 169 en contra (PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias) y una abstención, la de Coalición Canaria. Esta vez, «sí, se pudo».

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