Sánchez considera «populismo reaccionario» criticar al Gobierno

Justifica en una carta a las bases el acuerdo con Bildu y les alerta de «polémicas artificiales»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, el día 18 de noviembre David Castro / Vídeo: El pacto con Bildu protagonizó este miércoles la sesión de control al Gobierno - Atlas

Gregoria Caro

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El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez , envió este jueves una carta a la militancia socialista para intentar silenciar la polémica por su acuerdo presupuestario con Bildu . Hizo lo mismo el lunes mediante un puñetazo en la mesa, durante la Ejecutiva Federal del PSOE, donde desautorizó las críticas internas. Y lo repitió este jueves, en papel, con justificaciones y cuatro folios a las bases.

En el documento, el líder socialista aprovecha para defender su acercamiento a la formación vasca durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 y acusar a la derecha de «populismo reaccionario» y revivir temas «del pasado».

El líder socialista empieza la carta esgrimiendo que la misión del PSOE «no es sencilla» y continúa lamentando que «los avances sociales» de los Presupuestos «ocupan poco espacio en el debate público» . Porque sostiene que «la atención» de las medidas se desvía a «asuntos del pasado, como la lucha terrorista» de ETA. Temas que, según defiende, «nada tienen que ver con los Presupuestos ni figuran por fortuna desde hace años entre los problemas de España y los españoles».

Este es el mismo ejercicio de justificación que hizo durante la rueda de prensa del último Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno y titular de Hacienda, María Jesús Montero , que expresó que las críticas al Gobierno de coalición por su negociación con Bildu eran «absolutamente estériles» . Y añadió: porque España venció «hace una década» a la banda terrorista ETA y, al igual que dijo Sánchez en la carta, porque son unas cuentas públicas «inclusivas, hechas para que todo el mundo pueda sentirse cómodo y sumar».

La pasividad de una parte del Gobierno y de Ferraz ante la avanzadilla del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias , y el líder de Bildu, Arnaldo Otegui , con la que anunciaron el apoyo de la antigua Batasuna a las cuentas públicas, crispó los ánimos de algunos barones del PSOE, provocó la repulsa de dirigentes históricos y elevó en consecuencia la tensión en el partido. Lo cierto es que no hace mucho que Sánchez decía que no pactaría con Bildu.

«No excluye a nadie»

El secretario general del PSOE hace una defensa cerrada de los Presupuestos de su Gobierno, también de su pacto de «coalición progresista» con Unidas Podemos y advierte a la oposición de que no cerrarán la puerta a ninguna formación que quiera dar su apoyo . «Pretende extenderse cuanto sea posible y no excluye a nadie porque todos los apoyos son precisos en un momento en que debemos unirnos para proteger vidas y empleos y para recuperar nuestra economía», señala.

Una parte del socialismo asume como «normalidad democrática» el apoyo de Bildu a las cuentas, en palabras textuales de la portavoz parlamentaria Adriana Lastra o de Montero, pero para otra supone una estocada. «Muchos españoles y muchos socialistas tienen un nudo en la garganta» , dijo esta semana el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra.

Si bien el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page , fue de los pocos que reprochó en abierto el rumbo del Gobierno, como informó ABC hace unos días: altos cargos de La Moncloa también manifiestan en privado su incomodidad con Bildu y la actitud de Podemos . De hecho, el miércoles la vicepresidenta económica, Nadia Calviño , admitió su preferencia a unos PGE con el PP. Pero lamentó su rechazo.

Sánchez explica en su carta que no es «casualidad» que se produzca una polémica porque las cuentas públicas «son tan indispensables y su orientación es tan indiscutible» que, abunda, «los adversarios» del Gobierno «evitan hablar de ellos y desvían la atención hacia polémicas artificiales y noticias inventadas» .

«Polémicas artificiales»

Además, e l presidente del Gobierno acusa a la derecha de un «populismo reaccionario» , que, advierte, se ha extendido en los últimos años en el mundo occidental y que «acaba de recibir una estrepitosa derrota» en Estados Unidos. Un ataque y unas acusaciones veladas a Vox, pero de las que también puede verse salpicado el Partido Popular. Puesto que los miembros del Gobierno se esfuerzan en confinar a ambos partidos en un mismo espacio de la derecha por rechazar la tramitación de las cuentas.

«El populismo reaccionario crea en primer lugar “fake news”, noticias falsas que presenta como hechos para desacreditar a sus adversarios -explica el presidente del Gobierno-. A continuación, se sirve de estas falsedades para fomentar la polarización y la división social . Y, en tercer lugar, jamás acepta su derrota, aunque eso ponga en riesgo las instituciones democráticas».

A lo largo del texto, Sánchez hace además un brevísimo repaso de los meses que pasaron desde que ganó la moción de censura con la que expulsó de La Moncloa al expresidente Mariano Rajoy .

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