Rajoy, incómodo y molesto con el formato de Évole

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, fue entrevistado por Jordi Évole en «Salvados», el domingo pasado. La entrevista se grabó en La Moncloa unos días antes, y el equipo del presidente puso como condición que se emitiera de una vez, sin ediciones ni cortes posteriores.

Así se hizo, pero no se pudo evitar que Rajoy no se encontrara cómodo en ningún momento y que cuando terminó la entrevista y se quedara a solas con sus colaboradores les expresara su malestar por haber aceptado la participación en este programa, que se tomó como una especie de encerrona en toda regla.

Según fuentes cercanas consultadas por ABC, el malestar de Rajoy con su equipo fue lo más parecido a una bronca.

Consideró que su participación en «Salvados» en estos momentos era perfectamente evitable, y en todo caso no se esperaba que el programa de desarrollara como lo hizo, con la corrupción como tema fuerte y un marcaje estrecho en un cara a cara en la mesa de su despacho, del que no tenía escapatoria posible.

El plano corto utilizado cuando se habló de corrupción remarcó la incomodidad manifiesta de Rajoy, al que la hora que duró el programa se le hizo eterna. Sus colaboradores tomaron buena nota de la «bronca» recibida. Fue lo más cercano a un «si lo sé, no vengo».