El PP aguanta el pulso a la oposición, que exige la dimisión del presidente de Murcia

El Partido Popular está decidido a aguantar el pulso a la oposición, que exige la dimisión del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, tras haber sido citado ayer a declarar por el juez que instruye el caso Auditorio. La noticia de la investigación formal (imputación) abierta en el Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJM) por supuesta corrupción política del mandatario autonómico provocó una cascada de reacciones en PSOE, Podemos y Ciudadanos, que reclamaron su dimisión o cese, comprometiendo la estabilidad del Gobierno regional.

Los populares, sin embargo, cerraron filas en torno a su líder, convencidos de que la causa contra Sánchez se archivará, como ya ocurrió en otras quince ocasiones antes. Desde Málaga, el presidente, Mariano Rajoy, pidió «prudencia» a la oposición y respeto a la «presunción de inocencia».

Especialmente duro fue el partido de Albert Rivera, sostén parlamentario del PP en Murcia. Ciudadanos le exigió ayer que cumpla con el pacto de investidura suscrito en junio de 2015, que implica la «separación inmediata» de cualquier cargo público, desde el momento de su imputación «hasta la resolución completa del procedimiento judicial».

«Candidato alternativo»

Su portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, fue explícito al pedir su relevo para no comprometer la «estabilidad»del Ejecutivo de Murcia. «La única posibilidad es que el PP nos proponga otro candidato alternativo», señaló justo después de que Podemos anunciara que presentará una moción de censura en el Parlamento regional. Los de Pablo Iglesias buscarán apoyos a su iniciativa en PSOE y Ciudadanos.

Los de Rivera no quieren trabajar con la posibilidad de la moción de censura como primera opción, pero en último término Girauta advirtió que su partido contempla «todas las herramientas que tiene un grupo del que depende la mayoría absoluta». Girauta señaló que al presidente de Murcia no le vincula sólo el pacto de investidura, sino también el artículo 54 de la Ley de Transparencia regional, que apunta que «la permanencia de un imputado por corrupción política en el cargo es incompatible» con ocupar un cargo público. Aludió también a las palabras de Sánchez comprometiéndose a dimitir si le imputaban. «Dijo que dimitiría en el momento en que pasara lo que ya ha pasado». «Por razones legales, de pacto político y de propia coherencia el presidente de Murcia debe dimitir», zanjó.

Presión sobre Ciudadanos

Ciudadanos presiona y a la vez recibe las presiones de PSOE y Podemos. El líder regional de los socialistas, Rafael González Tovar, señaló que «hasta ahora teníamos a un presidente bajo sospecha y hoy tenemos a un presidente obligado a ir al banquillo». Por su parte, el secretario general de Podemos en Murcia, Oscar Urralburu, apuntó que su formación planteará una moción de censura: «Vamos a impulsar cuantas fórmulas estén en nuestra manos para forzar la salida de Sánchez del Gobierno regional». Y aquí apretó a Cs para que retire su apoyo parlamentario al PP: «Si Ciudadanos «no retira el apoyo de manera inmediata al Gobierno popular de Murcia será cómplice de este gobierno de vergüenza y no basta ya con pedir su dimisión».

Cierre de filas de Génova

La dirección nacional del PP reiteró su «plena confianza» en Sánchez, al que no dejarán caer convencidos de que su líder en Murcia es víctima de la persecución política en los tribunales. Así, recuerdan que todas las causas que asolan a Sánchez han sido archivadas, hasta quince veces.

Génova mantiene el compromiso de cumplir con su pacto con Ciudadanos, pero denuncia que la exigencia de dimisión de los cargos públicos en el momento de la imputación judicial es demasiado severa, ya que «arrasa»con el derecho a la presunción de inocencia. El PP cuestiona así la interpretación de cuándo se produce esa imputación, que retrasa a la apertura del juicio oral, chocando frontalmente con Ciudadanos.

El presidente de Murcia se mostró confiado en «declarar para aclarar» y reiteró que que lo que se investiga en este caso es «una cuestión absolutamente administrativa». Sánchez insistió en que «cuanto antes se aclare todo mejor», mientras denunció que «hay gente a los que no les interesa que se sepa la verdad».

«No hay causa para la dimisión, cese o sustitución», aseveró el diptuado regional Francisco Jódar, que vio «impensable» la disolución del Parlamento ante una moción de censura.