Iglesias tomó la decisión por el «vacío» que dejaba Gabilondo a su izquierda
El líder de Podemos constata la debilidad de su partido con su candidatura
La decisión del vicepresidente segundo y secretario general de Unidas Podemos (UP) de abandonar el Gobierno de coalición para presentarse como candidato de su partido en la Comunidad de Madrid el próximo 4 de mayo constata la fragilidad de su espacio político en la región. Con siete escaños y sin un liderazgo consolidado, las encuestas situaban a UP en el alambre, cerca de desaparecer de la Asamblea. Reflejo de lo que ya ocurrió en Galicia el pasado verano.
« Pablo Iglesias sacrifica la vicepresidencia segunda para unificar a la izquierda contra la ultraderecha y consolidar a Unidas Podemos en Madrid como partido con representación». Así resumían ayer el movimiento fuentes de su entorno. «Es una jugada arriesgada, audaz», admitían. También se reconoce que puede dañar al PSOE y sin duda está orientada a recuperar el espacio político que perdieron en 2019 por las divisiones internas y la plataforma Más Madrid.
El ‘efecto Iglesias’ capitalizará la campaña electoral o, al menos, tendrá un fuerte impacto en el ala izquierda del espectro político madrileño. Estas fuentes del entorno del vicepresidente segundo explicaron ayer a ABC que Iglesias y su equipo se deciden finalmente por su desembarco en la región motivados por la decisión de los socialistas de reelegir a Ángel Gabilondo como su candidato.
Iglesias considera que Gabilondo tiene capacidad para arrastrar voto «moderado, de centro», pero que «deja libre un espacio muy interesante» y que «queda mucha vida a su lado izquierdo». Es ese espacio el que ven necesario absorber para intentar frenar un Gobierno de PP y Vox. Algo que el candidato del PSOE tiene muy difícil, pero de lo que Iglesias sí será capaz, según plantean en el partido.
Serra no era buena opción
El núcleo duro de Podemos se puso a trabajar desde el mismo momento en que se conocía la moción de censura en la Región de Murcia y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso , anunciaba el adelanto electoral el 4-M por si se replicaba. PSOE y Más Madrid lo intentaron, pero sus iniciativas llegaron tarde. Fueron momentos de nerviosismo en la sede morada. Las mociones de censura de PSOE y Ciudadanos habían sido abordadas como «una buenísima noticia para desbancar al PP» y habían animado a que se repitieran en Madrid. Pero un adelanto electoral era otra cosa. Les ponía la soga al cuello porque no tenían un candidato fuerte ni preparado todavía. Y además PSOE y Más Madrid, tampoco. Desde el partido morado admiten que había temor a perder representación.
Necesitaban un golpe de efecto. Isa Serra, coportavoz de la Ejecutiva de Podemos y candidata en 2019, ni quería repetir como cabeza de lista ni su candidatura era de garantía. La portavoz del partido está en estos momentos a la espera de que el Tribunal Supremo responda al recurso que presentó ante la condena de un año y siete meses de prisión por atentado a la autoridad, lesiones leves y daños durante un desahucio en el barrio de Lavapiés en 2014. De confirmarse esta sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), instantáneamente Serra pasaría a estar inhabilitada para ejercer cargos públicos. Ahora, dicen, la clave está una lista de unidad con Más Madrid liderada por Iglesias. «Una izquierda fuerte y amplia» que pueda pactar luego con el PSOE. En Unidas Podemos consideran que ante este movimiento en Más Madrid tendrán complicado no aceptar esa candidatura unitaria. Ayer la candidata de dicha plataforma, Mónica García, ya dijo estaba dispuesta a «hablar de todo» con UP .
En los últimos días, un reducido grupo de confianza de Iglesias ha estudiado cada escenario que se abrió entre giro y giro de guión. Entre estas personas se encuentran la número dos del partido y ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique; el jefe de estrategia de la vicepresidencia segunda, dirigente de peso en la Ejecutiva y mano derecha de Iglesias, Juanma del Olmo; la secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra, la portavoz del partido y líder en Madrid, Isa Serra y el coordinador autonómico en Madrid, Jesús Santos; el líder del PCE, Enrique Santiago o el ministro de Consumo, Alberto Garzón, entre otros.
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