El hundimiento electoral le costó al PSOE casi seis millones de euros en 2016

Los batacazos electorales que sufrió el PSOE a finales de 2015 y en 2016, tanto en laselecciones generales como en las autonómicasdel País Vasco y Galicia, le costaron a este partido casi seis millones de euros. El motivo fue, sobre todo, el drástico recorte de las subvenciones oficiales, que están ligadas a los resultados electorales y al peso institucional de cada partido. Además, a eso se le unió la fuga de militantes, algo que le costó el año pasado otros 813.000 euros, por las cuotas de afiliados que dejó de recaudar.

El grueso de las subvenciones oficiales perdidas en 2016 fueron las procedentes del Estado, por el acusado retroceso electoral que sufrió el PSOE en las elecciones generales de 2015

y que volvió a anotarse en la repetición electoral de junio de 2016, lo que dejó al partido con una mermada presencia en el Congreso y en el Senado. Eso les ha hecho perder una buena parte de las subvenciones estatales que el PSOE recibía –como el resto de partidos– para financiar su actividad ordinaria. Solo por este concepto, el de las subvenciones estatales de funcionamiento, al PSOE se le esfumaron el año pasado 3,31 millones de euros.

Los ingresos por subvenciones autonómicas también se le redujeron, aunque en mucha menor medida. Hay que tener en cuenta que el grueso de las elecciones autonómicas habían tenido lugar en 2015 y el efecto ya se había dejado notar aquel año. En 2016 solo hubo elecciones autonómicas en Galicia y en el País Vasco.

Campañas en números rojos

Además, las campañas electorales también le resultaron ruinosas al PSOE. Las diseñó pensando en obtener unos resultados que no logró. Y como las subvenciones electorales van en función de los votos y escaños obtenidos, la consecuencia fue un balance final de campañas en números rojos. Entre las elecciones generales de junio de 2016, y las vascas y gallegas que también tuvieron lugar el año pasado, las campañas le supusieron al PSOE unas pérdidas de casi un millón y medio de euros, mientras que el año anterior la actividad electoral le había ocasionado un agujero mínimo, de apenas 115.000 euros. En definitiva, que en 2016 el PSOE perdió por actividad electoral 1,36 millones más que en 2015.

En cómputo global, entre subvenciones oficiales de funcionamiento, cuotas de afiliados y pérdidas por campañas electorales, el Partido Socialista vio recortados sus ingresos el año pasado en 5,72 millones de euros.

Drástico recorte de gastos

Pese a ello, ha logrado una cuenta de resultados mejor que el de 2015 y sin números rojos de conjunto. Los motivos son variados. En parte se ha debido a un cambio de criterios contables, porque en las cuentas de 2016 se han computado las subvenciones oficiales que reciben organizaciones locales del PSOE que no aparecían contabilizados hasta ahora en las cifras consolidadas del partido a nivel nacional. Esto ha hecho mejorar los números sobre el papel.

Otra parte del saneamiento se ha conseguido a base de drásticos recortes en gastos corrientes y de plantilla: el año pasado, el PSOE redujo sus costes de personal en 4,6 millones de euros, y en otros 5,74 millones el resto de gastos de funcionamiento.

Además, en 2016 el partido impuso mayores cuotas obligatorias a sus cargos electos –caso de diputados nacionales y senadores–, lo que le permitió ingresar por esta vía dos millones de euros más que en 2015.

Deuda total:69,94 millones

La austeridad que se ha autoaplicado el PSOE se ha reflejado igualmente en una mejoría de su abultado endeudamiento, que en 2016 logró reducirlo en 6,58 millones de euros. El partido cerró el año con 69,94 millones de euros de créditos pendientes de pago, frente a los 75,32 millones que adeudaba a los bancos el 31 de diciembre de 2015. Además, la deuda comercial del partido –con proveedores y administraciones– también se redujo en 1,2 millones de euros durante el año pasado.