Una familia cántabra queda atrapada en Hanoi tras recoger a su hija adoptada de 17 meses

La embajada advierte a los padres que aunque tienen menores a su cargo y por tanto preferencia, no habrá vuelos de repatriación desde Vietnam porque solo están afectados en ese país medio centenar de españoles

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Susana Díaz-Agero, la mujer atrapada en Hanoi con su marido y sus dos hijas ABC

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Susana Díaz-Agero; su marido, Eduardo Perrino, y la hija del matrimonio, Elba, de 7 años, vecinos de Castro Urdiales viajaron hace nueve días a Hanoi (Vietnam) para completar los trámites de adopción de su nueva pequeña, My, de 17 meses. La familia estaba feliz porque habían sido mucho más breve de lo esperado -algo más de un año-, y en aquellos días, con 700 casos de coronavirus en toda España, pocos pensaban que la situación se agravara hasta el punto actual. Desde luego, a ellos nadie se lo advirtió y por eso emprendiaron un viaje que, en el peor de los casos, se iba a prolongar hasta el día 27, y eso solo en el caso de que hubiera problemas con el visado.

Una vez en esa ciudad todo discurría perfectamente, y el periodo de adaptación de la pequeña con su nueva familia no tenía complicaciones. «El miércoles pasado, a la vista de las cosas que estaban sucediendo en España, fuimos a la embajada para pedir que se agilizasen los trámites del visado para My; la verdad es que nos trataron muy bien y el jueves, a las cuatro de la tarde, teníamos solucionado el viaje», relata Susana a ABC por teléfono. «La sorpresa fue que a las cuatro y media nos comunicaron que se cancelaban todos los vuelos de Vietnam Airlines a Europa»...

«Por supuesto, nos pusimos en contacto de inmediato con la embajada y el cónsul nos dijo que haría lo posible por darnos una solución, aunque era muy complicado. Además, nos aconsejó que buscásemos cualquier combinación para llegar a Europa , y que una vez allí ya se vería qué se podía hacer».

El panorama para la familia es muy complicado, ya que esa solución sugerida por el cónsul implicaba vuelos de hasta 50 horas con escalas en aeropuertos, y todo ello con una niña de siete años y otra de solo 17 meses . «Además, tampoco sabemos con quién tendríamos que volar, y por tanto tampoco el nivel de riesgo que debíamos asumir».

Susana y su marido han encontrado vuelos que los llevan hasta Moscú, Francfort y Varsovia, si bien es este último el más factible porque dura «solo» 15 horas, y con un precio «razonable» de algo más de mil euros . Está previsto para el día 29, así que aún se puede cancelar. Las otras dos opciones, además de unos trayectos mucho más largos, suponen también desembolsos mucho mayores.

Con este panorama la familia ha tenido que ampliar su estancia en el hotel, de momento hasta el día 27. «Y tenemos que dar gracias, porque este es de los pocos en los que se atiende a los turistas, porque los vietnamitas ahora nos rehúyen . Nos toman tres veces al día la temperatura, tenemos máscaras de último modelo a nuestra disposición. Vamos, que podemos garantizar que estamos sanísimos»...

Para complicar las cosas, Eduardo, el marido de Susana, ha sido uno de los muchísimos afectados por un ERTE de su empresa , a la que además se había cambiado hacía poco tiempo. «Y con este panorama, y eso sí que me ha molestado mucho , la embajadora, María Jesús Figa López-Palop , me dice esta mañana que iba a ser muy franca, y que aunque tengamos preferencia por tener a nuestro cargo a menores no se iba a fletar ningún vuelo, porque en este país hay apenas 50 españoles y hay más de dos millones afectados. Pero a mi eso me da igual; tienen que arreglar lo de esas personas, y también lo nuestro».

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