Español, converso, okupa y dispuesto a viajar a Siria para convertirse en el mejor francotirador de Daesh

La Policía detiene en Las Rozas (Madrid) a un yihadista de 36 años con perfil de «actor solitario»; vivía en una nave abandonada, comía en comedores sociales y tenía un pequeño subsidio para sobrevivir

Operación contra el yihadismo en Madrid ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

De llevar un modo de vida occidental, un okupa español de 36 años ha pasado en pocos meses a convertirse al Islam, radicalizarse hasta los últimos límites y mostrar su deseo de incorporarse a las filas de Daesh en Siria para convertirse en el mejor tirador de la organización terrorista. Este es el recorrido del hombre detenido en la madrugada del martes en Las Rozas (Madrid) por agentes de la Comisaría General y de la Brigada Provincial de Información de la Policía. Se le acusa de los delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento terrorista , ya que en sus redes sociales se felicitaba de los últimos atentados yihadistas perpetrados en Europa.

La investigación comenzó en septiembre cuando los expertos en la lucha contra este tipo de terrorismo detectaron a un individuo afín los postulados de Daesh. Tras realizar la oportuna investigación comprobaron que el sospechoso había sufrido un cambio radical en su forma de vida , pasando de llevar una vida occidentalizada a defender los preceptos más radicales del yihadismo.

Según ha podido saber ABC, el sospechoso, con antecedentes policiales por usurpación de funciones , comenzó a radicalizarse porque le daba pena la situación en Siria. A partir de ahí aprendió a rezar -no se le ha visto ir una mezquita-, algo de árabe e hizo girar toda su vida alrededor de la ideología yihadista. No tenía más ingresos que un subsidio de unos 300 euros y además había pedido la Renta Mínima Vital aprobada recientemente por el Gobierno. No tenía familia, ni un círculo de amigos estable; es más, con quien más se relacionaba era con algunos grafiteros que entraban en la nave , según se ha constatado en las vigilancias a las que ha sido sometido a lo lrgo de estos meses. Precisamente esa ausencia de un círculo cercano hacía que nadie le pudiese poner límites, lo que unido a la proximidad de las fiestas navideñas, proclives a la actuación de yihadistas, y su deseo de ser un "mártir", motivó la decisión de la Policía de detenerlo. "Su perfil es el de un actor solitario, extremadamente peligroso".

Con un teléfono anticuado

Se comprobó su avanzado estado de radicalización a través de una intensa actividad en las redes sociales, en las que visualizaba y publicaba de forma casi compulsiva contenidos de enaltecimiento a Daesh . Los agentes han podido constatar, además, como entre los contactos de sus perfiles sociales figuraban combatientes yihadistas situados en zona de conflicto. Así, y de forma habitual, realizó comentarios alabando a los muyahidines y justificando atentados como la decapitación de un profesor francés el pasado octubre o los atentados de la sala Bataclán de París. Su actividad en internet la hacía con un teléfono móvil un tanto anticuado -no disponía de ordenador- y era asiduo a locutorios.

Este individuo había mostrado su firme voluntad de viajar a zona de conflicto, concretamente a la ciudad siria de Idlib , para hacer la yihad, y su predisposición por erigirse como «el mejor francotirador de Daesh», una figura terrorista que era su referente. Las fuentes consultadas, no obstante, creen que era muy difícil que lo hubiera conseguido por falta de dinero y porque es muy complicado llegar hasta allí. Consciente de su actividad terrorista tomaba diferentes medidas de seguridad para evitar ser detectado, como cambios constantes del lugar de pernoctación, ocupando locales deshabitados que le permitieran disponer de un control total del exterior .

Fue en la madrugada del martes cuando se puso en marcha el correspondiente dispositivo policial practicando, además de la detención del sujeto, el registro del lugar donde éste habitaba de forma okupa. Curiosamente, mantenía su "casa" bastante aseada. Tras el arresto, y una vez en el coche en el que era trasladado a dependencias policiales, el sospechoso gritó "¡Allahu Ak Bar!" (Dios es el más grande), que habitualmente profieren los yihadistas.

"No es un perturbado -dicen las fuentes consultadas por ABC-; su discurso es estructurado, cuenta lo que quiere y oculta lo que le interesa . Por ejemplo, justifica los ataques en que nosotros, nuestra sociedad, lo ha hecho antes. Es verdad que no se le han intervenido ni armas ni precusores, pero para sembrar el terror no hace falta nada de eso". Además, a las mismas fuentes le llama la atención la edad de este individuo, bastante mayor para la media de los que sufren un proceso de radicalización . Está en prisión desde esta mñana por orden del Juzgado Central de Instrucción número 6.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación