Ellos prefieren las mujeres: papel decisivo en la nueva legislatura
Cayetana Álvarez de Toledo en el PP, Inés Arrimadas en Cs, Adriana Lastra en el PSOE e Irene Montero en Podemos se batirán en oratoria
Cuatro féminas desempeñarán un papel decisivo en la nueva legislatura como portavoces de los grandes partidos en el Congreso . Cayetana Álvarez de Toledo en el PP, Inés Arrimadas en Cs, Adriana Lastra en el PSOE e Irene Montero en Podemos se batirán en oratoria. No hay ninguna mujer al frente de los grandes partidos, pero el techo de cristal cada vez es más fino . A la hora de elegir portavoz, las mujeres se abren paso por méritos y valía. La búsqueda del voto femenino hace que los partidos políticos las prefieran para este puesto.
Han pasado once años desde el primer enfrentamiento que la socialista Teresa Fernández de la Vega, entonces vicepresidenta del Gobierno, y Soraya Sáenz de Santamaría, en aquel momento portavoz del PP, mantuvieron por primera vez en el Congreso. Cada miércoles, sus «cara a cara» demostraron que en firmeza, dureza, brillantez y espontaneidad, dos mujeres podían ser tan efectivas o más que dos hombres en el Parlamento. El duelo de mujeres continuó hasta 2014 con Santamaría convertida en vicepresidenta y Soraya Rodríguez como portavoz socialista . Pero llegó a su fin cuando ésta fue sustituida por Antonio Hernando. La llegada del multipartidismo trajo una presencia femenina desigual en los partidos. En Podemos la apuesta por Irene Montero fue muy rápida, pero no ha sido hasta después de las últimas elecciones cuando Cs ha decidido colocar a una mujer al frente de la portavocía parlamentaria. Con Adriana Lastra en el PSOE, el PP ha cerrado el círculo al elegir a Cayetana Álvarez de Toledo.
La necesidad de los partidos de captar el voto femenino, cada año más movilizado en la reivindicación de la igualdad entre sexos, juega a su favor. No en vano, a las capacidades políticas de estas cuatro portavoces se une una mayor efectividad en la colocación del mensaje: es más fácil que una mujer se identifique con otra a que lo haga con un hombre . Su elección para un puesto tan relevante, las sitúa más cerca de alcanzar el liderazgo en alguno de los partidos. Será en un futuro, pero cada día parece más cercano.
Cayetana Álvarez de Toledo: el látigo de los nacionalistas
Cayetana Álvarez de Toledo no deja indiferente a nadie, ni fuera del partido ni dentro de él . Todo el mundo tiene su opinión, a favor o en contra, sin medias tintas. La nueva portavoz del Grupo Popular está unida a la polémica, pero con la cabeza muy alta. Pablo Casado admira su brillantez intelectual, su discurso firme y rotundo, sin complejos, frente al nacionalismo y los independentistas. El presidente del PPquería tenerla en su equipo más cercano y la fichó como número uno por Barcelona en las generales. Desde entonces es parte inseparable del núcleo duro de Casado, quien rápidamente pensó en ella como portavoz en el Congreso para enfrentarse a los nacionalistas y su irracionalidad. Pero el presidente del PPse topó con las críticas de algunos de sus barones territoriales, que atribuyeron a un supuesto giro a la derecha del partido en las generales su hundimiento electoral, e identificaron en parte ese giro con Álvarez de Toledo. Los barones pidieron más centralidad y moderación. Casado esperó a tener hechos los pactos postelectorales, a que el PPrecuperara buena parte del poder territorial para hacer valer su autoridad e hizo pública su decisión. La portavoz mira de frente a todos por igual, no le preocupan las críticas, se siente totalmente identificada con el proyecto de Casado, pero presume de tener voz propia, como demostró en la etapa de Mariano Rajoy, cuando criticó su política para frenar el desafío independentista y expresó el «desamparo» de los españoles.
Adriana Lastra: la recompensa de la «lealtad»
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, intentó situar a la asturiana Adriana Lastra como portavoz parlamentaria tras recuperar el liderazgo socialista en 2017. Pero el rechazo que generó la idea en su bancada, de mayoría «susanista» y muy crítica con el perfil «militante y poco dialogante» de Lastra, le hizo desistir de su propósito inicial.
Sin embargo, en 2018, una vez convertido en presidente del Gobierno tras el éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy, Sánchez le dio el mando del grupo parlamentario socialista por su demostrada lealtad hacia él mismo. Sus intervenciones en la legislatura pasada dejaron mucho que desear a su bancada en cuanto a vocabulario, potencia y desarrollo de discurso. Al mismo tiempo, sus rivales coincidían en que el PSOE tenía oradores más brillantes. Cometió errores graves desde la tribuna como, por ejemplo, llamar al portavoz de Cs, Juan Carlos Girauta, «peón negro». Su inquietud por estar a la altura era evidente y en su papel de defensa del Gobierno cayó varias veces en la demagogia.
Sin embargo, Sánchez mantuvo su confianza en ella y la incluyó en las últimas negociaciones de investidura lo que, sumado a la experiencia del último año, ha coincidido con una evolución de su discurso. El resultado de las negociaciones salta a la vista. En sus últimas intervenciones su oratoria ha estado mejor armada, más firme, eficaz y directa, celebrada en su bancada. Ha ganado confianza y eso le está permitiendo asentarse. El resto de partidos la critican por ser «poco flexible» al negociar.
Inés Arrimadas: Producto de un modelo de partido
La nueva portavoz del partido naranja en el Congreso, Inés Arrimadas, ya ha hecho historia. S u lista electoral ganó en votos y escaños en unas elecciones autonómicas en Cataluña (2017), por primera vez, superando a las formaciones nacionalistas. Sin embargo, su victoria no se tradujo en un cambio real en las instituciones. El salto a la política nacional era cuestión de tiempo y la situación de bloqueo en el Parlamento de Cataluña solo ha hecho que acelerar su llegada a la Cámara Baja. Siempre fiel a Albert Rivera, es la favorita para sustituirle, si eso llega algún día. De Jerez de la Frontera (Cádiz) de orígenes salmantinos, cuya formación política se sitúa en Barcelona y con la idea de establecer a su familia en Madrid, es apreciada en toda España. Sus formas en el Congreso serán exactamente las mismas que determine el núcleo más cercano a Rivera. En los últimos meses, aumentó su gestualidad e histrionismo a la hora de marcar de cerca a Quim Torra, presidente de la Generalitat catalana. Está por ver que este modelo tenga réditos en el Congreso. No sería extraño que jugase un tándem con su jefe de filas asumiendo, ella, el papel de escenificar el mensaje más duro y agrio. Queda poco de aquella líder de las Juventudes de Cs que intervenía en el Parlamento autonómico catalán, por el año 2011, para pedir medidas a favor de los jóvenes. El futuro político de Arrimadas acaba de empezar.
Irene Montero: la mujer que le hace sombra al líder
El ascenso de Irene Montero en Podemos hasta alcanzar la portavocía del Congreso de los Diputados e stuvo rodeado de cierta polémica por cuanto sustituía en el cargo a uno de los fundadores del partido , Íñigo Errejón, ya enfrentado de plano y sin disimulos con Pablo Iglesias. Su circunstancia personal como pareja del secretario general de su partido lastró la imagen de ambos y puso en cuestión su liderazgo, tanto interna como externamente, en distintos momentos. Sin embargo, Montero es la única persona de Podemos que ha logrado hacer sombra a Iglesias dentro de la Cámara baja. Por ejemplo, su intervención en la moción de censura planteada por su partido contra Mariano Rajoy fue muy superior a la de Iglesias. En el día a día parlamentario es una política muy agresiva que despliega un discurso muy bien articulado y expresado. Transmite emoción al defender sus posiciones, lo que le permite colocar muy bien su mensaje en sus filas y contentar a su bancada, siempre necesitada de emociones fuertes en los debates. Sus rivales parlamentarios reconocen su oratoria como una de las quince mejores de la Cámara, sin embargo, critican su «excesiva carga ideológica» y «sectarismo» ente la negociación lo que le sitúa más veces fuera del pacto, que dentro del acuerdo parlamentario. Una situación que agrava la propia estructura de su grupo, donde se integran distintas confluencias. Su nombre suena para sustituir a Iglesias al frente del partido, ante una hipotética sucesión.
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