Clanes gitanos vendían pasaportes a la carta para introducir a iraníes en Europa

La Policía acaba con una red que cobraba 25.000 euros a cada víctima

Cruz Morcillo

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«Quiero una mujer de 35 años, rellenita y rubia». Este era uno de los reclamos de la organización iraní desarticulada por la Policía y dedicada a introducir ciudadanos de esa nacionalidad en Reino Unido utilizando España como país de paso. A la llamada del pasaporte «a la carta» acudían miembros de clanes gitanos malagueños que cobraban entre 500 y 3.000 euros por cada documento que vendían a la red. «El precio iba subiendo en función de las veces que lo revendieran porque aumentaba el riesgo», explica a ABC el inspector jefe Francisco Javier Dávila al frente de la Sección Operativa de Falsedades Documentales de la Comisaría General. Además de 14 responsables de la red, en Málaga han sido detenidas otras 42 personas por estos tejemanejes ilegales.

El cabecilla de la red Zorik M., un iraní nacionalizado español, vivía en un ático de lujo en la Costa del Sol desde donde dirigía el floreciente negocio. Su segundo de a bordo es un moldavo. «La policriminalidad depara estas sorpresas», apunta Dávila. Su grupo detectó que Zorik podía haberlos «mordido» e iba a viajar desde el aeropuerto de Heathrow con destino a Brasil pasando por Dubai. En una hora y media lograron una orden europea de detención dictada por el Juzgado Central 1 de la Audiencia Nacional, que ha dirigido la operación, y abortaron sus planes de fuga de lujo .

Zorik M. contaba con una extensa red de colaboradores en Embajadas de distintos países en Teherán. Allí, los candidatos a salir de Irán -han sido interceptados 44 iraníes con pasaportes falsificados en aeropuertos europeos- pagaban visados a precio de oro (hasta diez mil euros) a cambio de poder escapar. La organización los traía a Europa, casi siempre a Málaga, y ahí los alojaba en «pisos patera» en los que los hacinaban y alimentaban para luego moverlos a otros lugares en coche (Faro, Oporto, Madrid, etc.) antes de volar con su nuevo pasaporte a Reino Unido, que era el destino final. Por esta operación pagaban unos 25.000 euros de media.

En uno de los pisos había siete personas, entre ellas una pareja de homosexuales y una familia con una niña de cinco años. Durante la investigación los agentes averiguaron que dos chicas interceptadas en un aeropuerto alemán denunciaron que Zorik y el moldavo las habían violado en Navidad en una vivienda de Málaga.

Las pesquisas comenzaron hace un año cuando la Comisaría General de Extranjería y Documentación detectó que cuatro iraníes intentaban embarcar desde Hamburgo (Alemania) hacia Reino Unido con pasaportes falsificados y usurpados a españoles. Los pasajes se habían comprado en una agencia de viajes de Málaga ajena a la red criminal. La red estaba estructurada, con roles repartidos y en ella colaboraba por ejemplo la expareja española del cabecilla iraní y madre de su hijo.

En los registros, además de las siete víctimas se hallaron ordenadores, impresoras, más de 400 tarjetas de PVC en blanco, una laminadora, dos pistolas detonadoras, dos pistolas y un rifle simulados, dinero y un coche de alta gama. Además se intervienieron 30 pasaportes iraníes y diez españole s, todos auténticos. En la investigación ha colaborado Europol, el Servicio de Extranjeros y Fronteras de Portugal y la Policía metropolitana de Londres. Zorik ya está en prisión. Desde entonces se han reducido las entradas ilegales de iraníes en Reino Unido en más de un 80 por ciento.

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