Casado promete cambiar la ley para evitar otro «escarnio»

El líder del PP cree que Sánchez copia a Zapatero en su «estrategia divisiva»

Casado, durante una visita ayer a Santiago de Compostela Efe

MARIO NESPEREIRA

Para el Partido Popular, el uso de la simbología republicana en las comunicaciones de diplomáticos no es más que otro caso de «instrumentalización» de las instituciones a cargo del Gobierno, que se suman a las ya conocidas «del CIS, TVE, la diputación permanente» o la revelación de conversaciones privadas con el Rey en el libro de Pedro Sánchez. El líder de los populares, Pablo Casado, valoró como un «escarnio» las directrices emitidas desde el Ministerio de Exteriores y prometió recuperar su propuesta de reforma de la ley de símbolos -sin apoyos suficientes- para prohibir el uso de banderas inconstitucionales, ya sea la enseña «republicana o la que utilizaba el régimen franquista».

En declaraciones exclusivas a este diario, el presidente nacional de los populares explicó que, de alcanzar la presidencia tras las elecciones generales del 28 de abril, promovería una modificación de la ley «en los mismos términos» en los que se planteó hace meses, cuando el PP apostó por reforzar en el texto el uso de «símbolos constitucionales» como la bandera, el himno o la figura del Rey, y acabar así con la invasión de lazos amarillos independentistas en el espacio público de Cataluña o las ofensas contra la Corona. Aquella propuesta, sin embargo, no encontró eco en otras formaciones políticas. El PSOE prefirió avalar la iniciativa de sus socios de Podemos, que apostaba por despenalizar las injurias contra la Monarquía y los ultrajes a España. «Es una cosa absolutamente vergonzosa viniendo del Gobierno de España», cargó Casado.

El dirigente popular, de visita en Galicia para la clausura de una convención social del partido, se mostró convencido de que hace falta otorgar protagonismo a los símbolos reconocidos constitucionalmente y no oponerlos a banderas, como la republicana, que suelen ondear en «alguna manifestaciones» patrocinadas por el PSOE, Podemos o las fuerzas sindicales. «Es tan inconstitucional esa bandera como la de la época de la dictadura», recalcó.

Sin embargo, para el líder del PP detrás de las órdenes del Ministerio de Exteriores hay algo más. Por ejemplo la insistencia de Sánchez por ahondar en una «estrategia divisiva» que en el plano de la memoria histórica «recuerda a Zapatero» y que se plasma, en definitiva, se plasma en la reapertura de «viejos fantasmas felizmente superados, después de una época tan traumática como la Guerra Civil y la dictadura». En sus palabras, lo que pretende el president del Gobierno es una «reescritura de la historia» con la que «enfrentar al relato de la Constitución» y que se ve, en el caso del departamento de Josep Borrell, en el uso de una bandera no reconocida en la Carga Magna como «emblema institucional de las embajadas del Reino de España».

Pero además, Casado cree que Sánchez busca abonar el terreno por si el resultado del 28A le ofrece la posibilidad de reeditar el pacto de la moción de censura. En ese sentido, subrayó que la intención del socialistas es lanzar «una propuesta de futuro» con la que seducir al independentismo, «los comunistas» de Podemos o los «batasunos» de Bildu.

«En estas elecciones quieren avalar un frente popular en el que de nuevo Sánchez se refrende en el actual Gobierno», alertó. «Por eso es tan importante que el 28 de abril el Partido Popular gane las elecciones y gobierne, porque si no todo esto quedará validado y España dejará de ser lo que es, con un aval a la ruptura de nuestra historia , nuestros símbolos y la concordia de la Transición», zanjó el presidente del PP.

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