Una de las misivas enviada por los padres de uno de los fallecidos al exministro de Defensa, José Bono
Una de las misivas enviada por los padres de uno de los fallecidos al exministro de Defensa, José Bono - ABC

Bono no aclaró a las familias por qué se destruyeron restos del Cougar

No contestó a las cartas que le enviaron preguntándole por la destrucción de pruebas

Madrid Actualizado: Guardar
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La controvertida gestión que el exministro de Defensa, José Bono, realizó del accidente del helicóptero Cougar en Herat (Afganistán), en el que fallecieron 17 militares en agosto de 2005, sigue arrojando datos que ponen de manifiesto el «desamparo» al que el Gobierno de Zapatero condenó a los familiares. Como ya ha venido publicando ABC, según la versión de Eduardo Guitard, padre del capitán David Guitard, fallecido en el siniestro, no le recibió, no quiso hablar con él y tampoco contestó a las dos cartas que le envió, en marzo y agosto de 2011.

Unas misivas a las que Bono no dio respuesta y que planteaba cuestiones claves de esta investigación, como la posible destrucción de pruebas.

Concretamente, el 7 de marzo de 2011, Eduardo Guitard le envía al exministro, ya presidente del Congreso de los Diputados, una extensa carta a la sede de la Cámara Baja, a la que ha tenido acceso ABC. En ella le pregunta, entre otras muchas cuestiones, la razón por la que se destruyeron 359 casquillos de balas de los 568 encontrados en el lugar del accidente. Además, le interpelaba por los restos del helicóptero siniestrado, que llegaron a España mezclados con los del segundo aparato que también se accidentó, aunque sus ocupantes solo resultaron heridos. Unos restos que llegaron parcialmente.

Traslado a España

En relación a la munición, de los 568 casquillos de bala encontrados en el lugar del accidente, 359 se destruyen en Afganistán «por peligrosos» y el resto, 209, se trasladaron a España, Esta circunstancia es considerada por la familia del capitán Guitard, piloto del helicóptero que se estrelló, como una posible «destrucción de pruebas». En su carta a Bono asegura que «tenemos bastantes dudas sobre la munición que se destruyó en Herat» y se basa en el escrito realizado por un militar con el título «Destrucción munición accidente helicópteros».

En la carta afirma: «Se destruyó toda la munición debido al peligro porque se podían disparar. Pero hay algo que no entendemos ¿Qué peligro tenían estos casquillos para destruirlos? ¿Cómo sabemos ahora que no están percutidos (disparados)? ¿Cómo sabemos a qué helicóptero correspondían? ¿Nos lo podía explicar, señor Bono?».

Guitard también quiere saber el origen de esos 568 casquillos, si han sido disparados y cuál es la razón. «Si, por la causa que sean, se han disparado. ¿Cómo declaran los ocupantes del segundo helicóptero, y no todos, que se escucharon algunos disparos procedentes del primer helicóptero? ¿568 detonaciones son algunos disparos? ¿Por qué se destruye en Herat toda la munición por peligrosa, incluyendo los casquillos y, sin embargo, se transportan otras tantas hasta Madrid, entendemos que con el mismo peligro latente que todas las anteriores, y éstas no se destruyen?».

Balas disparadas

Y él mismo plantea a Bono dos hipótesis: «Una de dos, o las de Herat no había por qué haberlas destruido, o se corrió un gran riesgo al transportar toda esta munición hasta España». Y en relación a la posibilidad de que pueda saberse qué casquillos pertenecen a un helicóptero se pregunta si «por las inscripciones que aparecen en las municiones, o por cualquier otro tipo de numeración, control, etcétera ¿No se podía saber cuáles correspondían a uno u otro helicóptero? La encontrada por balística de la Guardia Civil está correctamente identificada, no así lo que refleja el acta de Herat». A la vista de estas circunstancias y ante la falta de respuesta de Bono, Eduardo Guitard señala a ABC que «mi teoría es que han destruido los casquillos que han sido disparados, que estaban percutidos, lo que supondría que hay un tiroteo».

La segunda cuestión está relacionada con los restos de los helicópteros y se basa, siempre según su misiva, en el informe del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil». Este informe asegura, en el capítulo titulado «Metodología de trabajo», que «se han buscado indicios en cada uno de los restos presentes en el lugar de estudio, sin que pueda determinarse que estén todas las partes del helicóptero siniestrado. Junto con los restos del helicóptero en cuestión, aparecen parte de las palas del motor principal y del estabilizador horizontal de cola del otro helicóptero accidentado, sin que pueda descartarse la presencia de algún resto de este último, mezcladas con las del primero».

Agresión con arma de fuego

Estas consideraciones del informe de la Guardia Civil le llevan a Guitard a señalar que «aquí no pueden determinar que estén todas las partes del helicóptero siniestrado», por lo que pregunta a Bono: «¿No son dos los helicópteros siniestrados los que se van a investigar? ¿Quiere decir que del otro helicóptero sí están todas las partes? Si los restos están mezclados, ¿cómo vamos a saber lo que le ha pasado a uno y otro en particular? Si no están todas las partes del helicóptero siniestrado, ¿cómo vamos a saber lo que le ha pasado a la totalidad del mismo? ¿Dónde se encuentran las partes que faltan, señor Bono?».

En sus conclusiones, el informe afirma que «se descarta la hipótesis de un presunto incidente, accidente o agresión con arma de fuego sobre los mismos». Pero Guitard le dice a Bono que esta conclusión se ciñe a los «restos que le han aportado, pero de los restos no aportados, los que faltan, «¿se han hecho estudios? ¿sabemos qué restos son los que faltan? ¿dónde han ido a parar?». La carta finaliza con la petición de un encuentro: «Le solicitamos tener una entrevista, en el lugar, día y hora que usted nos diga, para que todas estas preguntas nos las conteste cara a cara».

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