El apoyo a la independencia en el País Vasco se ha desplomado a la vez que ha crecido en Cataluña

Al mismo tiempo que se ha acentuado el desafío soberanista en Cataluña, donde las fuerzas nacionalistas se han atrevido a cruzar en varias ocasiones las líneas de la legalidad, el apoyo a la independencia se ha desplomado en el País Vasco hasta cotas nunca vistas desde 1998. Según el sociómetro de marzo elaborado por el Gobierno vasco, solo un 19 por ciento es partidario de la ruptura con España.

El apoyo ha bajado progresivamente. En 2014, los partidarios de la independencia eran un 30 por ciento, que cayó hasta el 24 por ciento el año pasado. El precedente más bajo en los últimos años nos lleva hasta 2001, cuando este colectivo suponía el 21 por ciento. El independentismo vasco ha perdido apoyos en los últimos tiempos.

Esta tendencia ha contrastado con la gravedad del desafío soberanista del Gobierno catalán que encabezó Artur Mas, hoy bajo el liderazgo de Carles Puigdemont. Según los datos del servicio de encuestas de la Generalitat, la tendencia del independentismo catalán ha sido inversa a la apreciada en el País Vasco.

Una encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de noviembre de 2015 reflejó que el 46,7 por ciento de los participantes eran favorables a la independencia de Cataluña. Este mismo sondeo daba cuenta de que un 47,8 por ciento de los catalanes diría que «no» a un Estado independiente en una supuesta consulta.

En abril de 2014, un sondeo del mismo centro reflejaba una sensación parecida: un 47,1 por ciento era favorable a la independencia catalana. De 2014 a 2015, con la consulta ilegal celebrada por el Gobierno de Artur Mas, se elevó ligeramente.