Técnicos de ADIF reparan los cables de cobre y de fibra óptica que han sido cortados
Técnicos de ADIF reparan los cables de cobre y de fibra óptica que han sido cortados - efe

Cataluña concentra más del 60% de los robos en la red de AVE

Los metros de cable hurtados en esta comunidad son 80 veces superiores a los de Madrid

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Las estadísticas de robo de cable permiten ver la disparidad de cifras que se registran entre las comunidades autónomas y el llamativo caso de Cataluña. El alto índice de hurtos se podría explicar porque la densidad de la red ferroviaria en esta zona es mayor, así como los núcleos de población que la integran. Sin embargo, al cotejar los datos de esta región con los de otras comunidades comparables, como Madrid o Valencia, las diferencias resultan elocuentes.

Durante los nueve primeros meses del año se han robado 68.755 metros de cable -Adif no lo especifica, pero suelen ser de cobre- en los más de 3.266 kilómetros línea de alta velocidad en toda España. De ellos, el 60,2% de los hurtos se produjeron en Cataluña (41.399 metros).

Esta cifra resulta casi 80 veces superior a la que registró Madrid durante este mismo periodo (523 metros), un 78% más que en la Comunidad Valenciana (8.823 metros) y seis veces más que en Andalucía (6.593 metros), según los datos de la sociedad pública que administra la infraestructura ferroviaria.

Las cifras

En el conjunto de la red, si se tienen en cuenta los servicios de media y larga distancia convencionales y los de cercanías, los metros de cable robados ascienden a 186.730. Cataluña también destaca en este apartado como una de las comunidades más afectadas: con 86.188 metros concentra casi la mitad, el 46,1%, del total.

Las sustracciones de cobre constituyen un fenónemo creciente en la red de alta velocidad, pero no en el resto de servicios. En los últimos doce meses (si se compara el último mes de septiembre con el de 2014) se han incrementado los metros robados un 17,02%, frente a los 58.756 metros del año pasado. Casi una tercera parte de los hurtos que padece Adif se producen, precisamente, en la red de AVE.

Por el contrario, en toda la red han descendido un 10,39% hasta los 186.730 metros. Mientras tanto, el número de este tipo de delitos desciende levemente hasta las 229 operaciones, frente a las 240 del año pasado. Es decir, se producen menos robos, pero el botín que suelen obtener es mayor.

Aunque al principio se especuló sobre la posibilidad de que se tratara de un robo frustrado de cobre o, incluso, un equívoco, al confundir los hipotéticos ladrones el cable de fibra óptica con uno de cobre, el caso del pasado jueves resulta radicalmente distinto a los que se incluyen en estas estadísticas. Por este motivo, desde que se conocieron los primeros datos, Adif apuntó a la hipótesis del acto vandálico, aunque la última palabra corresponderá a las autoridades que, tanto desde Madrid como desde Cataluña, desarrollan la investigación. Los cuatro cortes en el cable en cada sentido de la vía se produjeron en una hora inusual: las mafias del robo de metales suelen operar entre la 1.00 y las 5.00 de la madrugada, cuando no hay circulación de trenes. El jueves, ocurrió avanzadas las 6.00 de la mañana. Además, el propio material de los cables, la fibra óptica, no destaca por su atractivo económico.

Adif dispone de una red de 16.130 kilómetros de este transmisor por el que el tren recibe y transmite a los centros de control diseminados a lo largo de la vía férrea, para posteriormente ser enviada a los puestos centrales de los que dispone cada línea, la información sobre la señalización del recorrido y suministro de energía. A diferencia del cobre, la fibra no cuenta con un mercado de reventa y, por tanto, no despierta la codicia de estas organizaciones delictivas.

Servicio problemático

El eje ferroviario de Cataluña, especialmente el de Cercanías (Rodalies), resulta una fuente de polémica debido a los constantes retrasos y, como sucedió en mayo, la interrupción del servicio.

Desde el Gobierno catalán se interpreta como una muestra de la falta de inversión en infraestructuras, algo que niega Fomento, que sostiene que la inversión en ferrocarril de 2012 a 2014 ha sido, por ejemplo, superior en Cataluña (113,06 millones) que en Madrid (55,64) y aportan un dato ligado a los hurtos: el 20,1% de las incidencias en Rodalies que repercuten en el tráfico se deben al robo de cable.

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