Adiós al turismo de borrachera

Adiós al turismo de borrachera en Lloret de Mar. El municipio gerundense, gobernado por una coalición de CiU y ERC, había intentado en los últimos años despojarse de la idea de que atrae este tipo de turismo. Ahora, ha dado luz verde a la normativa que pone freno a los excesos de los visitantes.

El Pleno ha decidido aprobar definitivamente la modificación en su ordenanza sobre civismo y convivencia ciudadana y, a partir de ahora, estará prohibido hacer botellón, orinar en la calle o provocar escaramuzas o peleas.

Quienes lo hagan, además de pagar la correspondiente multa, podrán ser expulsados de la ciudad: la ley permite a los responsables de los hoteles o apartamentos no dar alojamiento a los clientes más alborotadores.

La norma obliga también a los establecimientos a tener conserje o vigilancia privada, precisamente para estar pendientes de estas conductas y erradicarlas.

En 2012, la emisión en la cadena alemana Prosieben del «reality show» titulado «We love Lloret» provocó las quejas de los vecinos y del Ayuntamiento, ya que la imagen que se ofrecía de Lloret de Mar estaba relacionada únicamente con la fiesta, la ingesta de alcohol y la vida nocturna de la ciudad. El Ayuntamiento de esta localidad llegó incluso a plantearse realizar acciones legales contra este tipo «reality».