Remar para llegar a la orilla

Termina la campaña y vistos los discursos de los remeros de la nave, ahora que las aguas bajan aún más bravas tras el Brexit, el panorama recuerda al del chiste de la trainera de ciegos guiada por el timonel tuerto que navega, a duras penas y entre olas de dos metros, para salvarles el pellejo.

Mediada la travesía, a uno de los remeros se le escapa el remo y le da al timonel en el ojo bueno. «¡Ya estamos!», grita. Se bajan todos y se ahogan.Fin del chiste.

Más o menos así han planteado los candidatos de la oposición la campaña, obcecados en sacar a Rajoy de La Moncloa y sin aclarar por dónde tirarán el lunes.

Impasible a la adversidad, Rajoy terminó ayer la quincena como empezó: «el país no está para aventuras». El domingo veremos si a los españoles se les escapa el remo o si prefieren llegar a la orilla.